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Juan  Giner Pastor

Latidos de otoño

Google dedica su 'doodle' a la llegada del otoño.

 El miércoles 22 de septiembre comenzó un nuevo otoño y, a pesar de la preocupación y el sufrimiento que el covid-19 aún provoca, sin que vislumbremos con certeza su final, deberíamos felicitarnos y estar satisfechos si nos hemos podido vacunar para combatir los desafíos de la pandemia, luchando contra sus efectos. Pero todavía podría ser mejor nuestra satisfacción y mayor nuestra alegría si esta lucha nos hubiese servido para pelear además contra la maldad, contra el odio, contra el egoísmo, contra la mentira, contra todo aquello que perjudica a la Humanidad, que tanto necesita del esfuerzo colectivo para superar los muchos problemas que la afligen.

Y hemos de unir las manos, todas las manos juntas: manos blancas y negras, cobrizas, amarillas… Manos niñas y ancianas, encallecidas, suaves. De mujer y de hombre, de chiquillo, de abuelo, de madres y vecinos. Del rival y el amigo, del mendigo y el rico, de quien goza y quien sufre, del creyente, el agnóstico, del que se dice ateo…

Todas las manos juntas, apretadas en un haz de latidos fraternos, impregnadas de brisa, de luz de sol, de reflejos de agua, de blancura de almendros florecidos de dicha entrañable… Todas las manos juntas señalando al futuro, al bendito horizonte del mundo en paz, fraterno, justo, próspero y feliz.

Atrás quedó la ira, la venganza, el aullido del odio y de la guerra. Las sombras del pasado son un vano recuerdo perdido para siempre. Las manos enlazadas no saben del peso de la espada, del roce del fusil, del fuego de las bombas. Esas manos unidas ya no empujan cañones, construyen alegría. Ya no lanzan misiles, sujetan la esperanza, acarician la hermosura gloriosa del arte y de la vida.

Cuando una mano tiembla, todas las manos juntas, todas, dan calor y consuelo, pulso firme, ritmo definitivo. ¡Qué fraternal descanso, qué tranquilo consuelo reposar nuestra mano en las cálidas manos de todos, todos, todos! Porque todos son uno. Mismos en una cosa: el estar siempre unidos en la sublime gesta de la bondad auténtica, de la amistad sincera, del fraternal abrazo que da la paz ganada, sabiendo que ninguna batalla nunca más nos espera, excepto la batalla perenne del amor. La contienda dichosa de nuestros corazones que, con latidos de vida, inician este otoño de 2021.

Porque el otoño es una época del principio de múltiples actividades y de celebración de fiestas. Su etimología proviene del latín «autumnus»,​ «aumentar», que se puede comparar con el término castellano «auge», es decir apogeo, culminación, esplendor… El otoño es perfecto para meditar y relajarse, pues algunos consideran que los equinoccios son los mejores momento para encontrar el equilibrio espiritual en la vida. El otoño también es tiempo de recolectar gran variedad de alimentos; para los agricultores romanos el otoño era la época más laboriosa en el campo, ya que casi todas las actividades más importantes se llevaban a cabo durante esta estación. En otoño se recogía la uva y se prensaba; hacia principios de octubre se empezaban a sembrar el trigo y la cebada, terminando a mediados, o incluso a últimos de noviembre. Una vez finalizada la siembra, hacia mediados de diciembre, había que coger las aceitunas, de las que posteriormente se extraería el aceite. El otoño era el momento del arado de las tierras, y la matanza del ganado, con el adobe y el embutido de sus carnes. Todas estas labores todavía continúan, aunque en otro formato. Ahora en otoño comienzan el curso escolar, el judicial y el político, se inicia la temporada en las cadenas radiofónicas y de televisión, preparándose las actividades navideñas. Además, durante la estación otoñal, el 9 de octubre es la fiesta de nuestra Comunidad; el 12 de octubre es la Fiesta Nacional de España, celebrándose también el aniversario del Descubrimiento de América, con recursión en algunos países de allí; y hay festividades tan conocidas e importantes en España y Latinoamérica septentrional como el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre. Mientras que en Canadá y Estados Unidos son muy populares Halloween, la noche del 31 de octubre, que actualmente traspasa aquellas fronteras para ser cada vez más habitual incluso aquí; y el Día de Acción de Gracias, el segundo lunes o el cuarto jueves de noviembre, respectivamente.

Ojalá que este otoño de 2021, que ya comienza y que durará hasta el solsticio de invierno el 21 de diciembre, haga latir nuestros corazones con proyectos de fraternidad imperecedera, que la pandemia no abatirá, pues hay muchos esforzándose animosamente para que así sea.

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