En el pleno del jueves pasó un tornado que nos llevó al maravilloso mundo de Oz. Nadie habla de eso, pero la Sra. de España siguió el camino de baldosas amarillas que le mostró el hombre de hojalata, dio lectura a una declaración contra la LGTBfobia que suscribió en julio y se desdijo de la misma, así, sin pestañear. Añadió una frase: “es la ultima vez que nos engaña la izquierda para votar cosas que no queremos votar”. La conclusión es evidente, deben dimitir en bloque los miembros del gobierno municipal ya que no saben leer. Una vez humillado el gobierno y cubierto de aceite el hombre de hojalata para no chirriar en la negociación de presupuestos, La señora Sánchez, vestida de indignidad, hizo ídem, dio dos toques a los chapines de rubíes y volvió a casa.
El rey de la selva se escondió detrás del hombre de hojalata. Mucho rugir y menear rabo y melena, pero luego, cuando uno tiene que dar la cara, dar explicaciones y defender su gestión, transmuta en avestruz y mete la cabeza en el agujero que se ha cavado. No, ahí tampoco está el valor que le falta.
Valoren si era de interés: primero nos mienten y hablan de una bolsa de horas fantasma para el refuerzo de limpieza de los centros escolares. Cuando les pillamos, dicen que el refuerzo se va a hacer a costa de detraer horas al resto de dependencias que hay que limpiar (ya ve nada importante) dependencias de bomberos, polideportivos, piscinas, mercados, comisarias, cementerio, etcétera y salen públicamente a decir que “no va a haber un recorte de ninguna Manera” y se va a mantener la calidad del servicio ¿Nos toman por idiotas? ¿Cómo no va a afectar al servicio que al menos sesenta y cuatro trabajadores dejen de trabajar entre dos y seis horas en otros lugares para reforzar los colegios?
Ante la tomadura de pelo sucede lo inevitable. Los trabajadores de la empresa confirman que efectivamente las dependencias (donde también hay tránsito de personas) se están quedando sucias y descuidadas.
La reacción de la empresa a demanda del equipo de gobierno es alterar los turnos de trabajo. Así el equipo de gobierno genera un conflicto laboral de envergadura, que amenaza con movilizaciones y paros ya que la empresa ha modificado de manera unilateral el horario y lugar de trabajo de cien trabajadores para reorganizar el servicio e intentar cuadrar el círculo que ha dibujado el equipo de gobierno.
Finalmente, casi en octubre, el equipo de gobierno recula (de nuevo) y contrata un refuerzo de horas. ¿Adivinan quién es el espantapájaros?
Pedimos la comparecencia del alcalde para que explicase que diablos pasa con uno de los cinco contratos más caros del consistorio y no lo hizo. Nuestros niños y niñas no lo valen. El coste político por lo visto le compensa y desde luego el mediático ha sido ninguno. Igual es por eso, igual no. En ningún lugar como en casa.
