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Antonio Balibrea

EL MUNDO POR DE DENTRO

Antonio Balibrea

La crisis energética

Archivo - Bombilla, bombillas, luz, electricidad, energía EUROPA PRESS - Archivo

Si en Europa estamos pagando precios altísimos por el gas natural, en China están racionando la electricidad en algunas provincias. En Guangdong, la provincia más poblada de China, las autoridades prohibieron el uso de ascensores de la planta baja hasta la tercera en los edificios de oficinas. En Pekín y Shanghai cancelaron los espectáculos de luces anuales durante las vacaciones de la Semana Dorada en la primera semana de este mes. Las plantas de energía de la India están a punto de quedarse sin carbón, en un país que cuenta con la empresa estatal minera de carbón más grande del mundo por producción. Son dos de los mayores estados manufactureros que han visto ralentizada su producción, incluso cerradas las fábricas de aluminio en India. Reino Unido se enfrenta a la escasez de combustible, dicen que por problemas de distribución, y a las colas de pánico en las gasolineras. La falta de componentes es la causa de los cierres temporales de varias plantas de automóviles en todo el mundo. En España las siderurgias vascas cerrarán veinte días por el aumento del coste de la energía. En Estados Unidos el presidente ha ordenado que el puerto de Los Ángeles -el segundo más grande de EE.UU.- trabaje las 24 horas del día para paliar la falta de suministros en fábricas y en las próximas fiestas de Halloween y Navidad. El precio del galón de gasolina se ha duplicado desde abril.

El Covid-19 produjo una fuerte contracción de la demanda en todo el mundo lo que bajó la producción y el comercio internacional; la rápida recuperación ha disparado de nuevo la demanda de forma acelerada y la consiguiente crisis de oferta. A la pandemia hay que unir la concatenación de factores climatológicos: el invierno frío en Europa, los huracanes que forzaron el cierre de las refinerías en el Golfo, la falta de viento en el Mar del Norte que, como en España, redujo la producción de las turbinas. En la crisis pesan decisiones políticas: en China el boicot, no oficial, de las compras de lignito a Australia sin que hayan podido sustituirlo. Suben los precios de todas las energías, más las de origen fósil -gas, petróleo, carbón- que aún viendo reducida la demanda mantienen los beneficios oligopolísticos. Las decisiones políticas de transitar, de invertir, de las energías fósiles a las renovables en períodos muy breves de tiempo, es la mayor dificultad para las empresas, y también de las industrias y de los países. El vicepresidente europeo Frans Timmermans, dijo señalando sin nombrarlo al presidente húngaro, Orbán “que quiénes culpan al Acuerdo Verde de la situación lo están haciendo por "razones ideológicas" y que la transición de los combustibles fósiles ayudará a poner fin a las crisis de precios, no a exacerbarla”. "La respuesta correcta es mantener el impulso y quizás incluso buscar formas de aumentar el impulso".

La semana que viene el presidente de los Estados Unidos Joe Biden tiene dos importantes reuniones en Europa. La primera los días 30-31, en Roma, del G20, y la segunda en Glasgow (Escocia) para la 26 Conferencia de la ONU sobre el cambio climático, COP26, los días 1 y 2. El 29 visitará al Papa Francisco. La administración Biden se comprometió a reducir a la mitad la emisión de gases de efecto invernadero de Estados Unidos para el 2030, el doble de lo que plantearon inicialmente en París. Para conseguirlo tiene que aprobar los dos grandes proyectos legislativos. El de infraestructuras bipartidista, pactado con los republicanos por alrededor de 1 billón $. Tanto como costó el Obamacare. Son, curiosamente, los progresistas los que están retrasando su aprobación porque quieren unirlo al proyecto de ley, de 3’5 billones de $, de gastos de seguridad social: guardería de 3-4 años universal, matrícula universitaria comunitaria gratuita, Medicare ampliado, y el conjunto de reformas legislativas más importantes para combatir el cambio climático, incluida una serie de programas que recompensan la energía limpia, penalizan a quienes contaminan y ayudan a los estadounidenses a financiar hogares y vehículos más ecológicos. La aprobación de estas dos leyes son fundamentales para la credibilidad de Biden y la confirmación del compromiso y liderazgo de EE.UU. contra el cambio climático.

Mientras algunos obispos norteamericanos niegan a Biden la comunión por apoyar la ley del aborto, con Francisco “unirá esfuerzos basados en el respeto por la dignidad humana fundamental, incluyendo poner fin a la pandemia de COVID-19, abordar la crisis climática y cuidar a los pobres”. Amén.

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