El mundo digital se ha agitado con la noticia sobre la posible compra de la red social Pinterest por la compañía PayPal, especializada en medios de pago. Todos los usuarios de comercio electrónico conocen esta multinacional, que permite pagar las compras online de manera inmediata, segura y fiable, sin necesidad de compartir con webs sospechosas los datos bancarios o de tarjetas de crédito. La operación se haría por un precio de casi 40.000 millones de euros, y la pregunta de analistas y curiosos tiene que ver con los motivos que hay detrás. ¿Qué aporta una red social como Pinterest a una empresa de pagos como PayPal?
Algún medio, como The Washington Post, ha cuestionado este importe, que considera muy elevado. Pero la clave de esta posible adquisición se encuentra en los documentos económicos y financieros de ambas empresas, que aportan datos objetivos para comprender mejor lo que ocurre.
En su informe financiero del primer trimestre de 2021, Pinterest ha presentado una evolución muy positiva tanto en usuarios como en ingresos generados. Las cifras del ejercicio 2020 han sido espectaculares, debido a la pandemia, pero también a una estrategia de conversión: de simple escaparate de productos y servicios a plataforma de comercio electrónico, espoleada por el cierre físico de miles de comercios y el confinamiento ciudadano. Como red social, dispone de las herramientas necesarias para explotar las métricas derivadas de esta nueva actividad.
Paypal, por su parte, presentó en febrero un informe de estrategia para sus inversores, en el que apunta hacia dónde se quiere dirigir. Su objetivo es alcanzar una cifra de negocio de 50 mil millones de dólares en 2025, y para conseguirlo sabe que no se puede limitar a la intermediación de pagos, sino que debe convertirse en un actor total. La clave del crecimiento no sólo pasa por aumentar su base de usuarios, sino que también debe obtener más ingresos de ellos consiguiendo que paguen más y compren más cosas, y que lo hagan de manera consistente a lo largo del tiempo.
PayPal también ha detectado que los propietarios de criptomonedas son muy buenos clientes, lo que marca tendencia hacia el auge del dinero digital y su transformación en una entidad financiera virtual en pocos años. El negocio bancario clásico no se sostiene, el mundo digital es imparable, y los visionarios se están adelantando. Comprender todo esto es vital para las empresas, pero también para los países. Quedarse atrás no es una opción.
