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José Ramón Navarro Vera

¿Qué es de la EDUSI?

En el transcurso del debate se expusieron las acciones y proyectos que ha realizado, o realiza el Ayuntamiento, de contenidos muy alejados de una estrategia para resolver los problemas de vulnerabilidad social del territorio de la EDUSI que se han expuesto anteriormente

Centro cultural Las Cigarreras

A comienzos del 2018, en el “Aula de la Ciudad”, un programa de la Sede de la UA en Alicante coordinado por el profesor Jorge Olcina y el autor de este artículo, tuvo lugar un debate sobre la EDUSI, “Estrategia de desarrollo urbano sostenible e integrado”, un proyecto de regeneración urbana para el territorio comprendido entre los dos castillos, que incluye a los barrios de San Antón, entorno del Mercado Central, Carolinas Bajas, laderas del Monte Tossal-Campoamor y conjunto Fábrica de Tabacos-Plaza de Toros; está dotado con 22 millones de euros, de los que el 50% están financiados por la UE y la otra mitad por el Ayuntamiento. Entonces comenzaba la andadura de esta importante intervención urbana, que venía precedida de un estudio-diagnóstico urbanístico ,social y económico del área de actuación, cuyos resultados se expusieron en aquel acto de la Sede de la UA, y que mostraban, a través de una serie de indicadores, una situación dominada por la problemática conjunta de desempleo, pobreza y exclusión; de modo que el territorio urbano de la EDUSI entraba de lleno en la calificación de vulnerable, y por tanto las actuaciones prioritarias deberían dirigirse en esa línea de acción.

A continuación, se dan los resultados de los indicadores más relevantes de la situación socioeconómica y urbanística de la que partió la EDUSI (datos de 2017). Aportan datos agregados para todo el territorio de la operación, aunque hubiera sido conveniente haber obtenido valores de estos indicadores desagregados espacialmente, ya que el área no tiene una problemática social y urbanística homogénea ( además, posiblemente, tras la pandemia hay datos que pueden haber empeorado): para los 33.882 habitantes del área los indicadores de envejecimiento eran elevados, casi el 23% de la población del área tenía más de 65 años ( la media de Alicante es de 18,08%), y el 7,72% más de 79 ( para la ciudad 5,41%), además el 25% de la población mayor de 65 años vivía sola; el porcentaje de paro estaba en torno al 24% ;uno de cada cinco residentes era inmigrante;más del 7,5 % de la población era usuaria de servicios sociales (el 5,8 % para Alicante);la renta media bruta del área (Las Carolinas) es la mitad de la de Playa de San Juan o del Ensanche; y la dotación de zonas verdes en el conjunto del territorio de actuación es de 1 metro cuadrado por habitante ( 8,4 para toda la ciudad).

El análisis del sector de la vivienda arrojaba valores críticos. En el área predomina un tejido residencial envejecido, de baja calidad y poco renovado. Hubiera sido muy útil un estudio pormenorizado para conocer en profundidad el estado del parque de viviendas por sectores para establecer prioridades de actuación. En cualquier caso, la información agregada de vivienda para todo el territorio de la EDUSI aportaba datos alarmantes: el 15,58% de las viviendas estaban en estado ruinoso; el 71,27 % no eran accesibles y el 18,09% estaban vacías, solo en el Barrio de San Antón hay más de un centenar de edificios abandonados.

El mercado de la vivienda en el área, sobre todo el de alquiler, se ha visto recientemente afectado por la proliferación de pisos turísticos legales e ilegales. Fenómeno liderado por el desembarco de “Airbnb”, una de las empresas emblemáticas del nuevo “capitalismo de plataforma”, que allí donde irrumpe provoca efectos perversos: aumento de los precios de alquiler de las viviendas; bloqueo de la oferta de pisos en alquiler para vivienda permanente, y expulsión de las clases medias-bajas de las zonas donde se implanta. Cuando la forma y la vida de una ciudad se organiza en torno al turismo, desaparece el paisaje cotidiano, social y humano, y el espacio urbano se convierte en un espectáculo. La ciudad turística conduce al desarraigo personal y colectivo, al convertirse en algo ajeno al ciudadano.

Hace un par de semanas, también en la Sede de la UA, y en el mismo programa “Aula de la Ciudad”, volvimos a debatir sobre la EDUSI con la participación del Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante, una representante vecinal de la plataforma ciudadana “EDUSI-Las Cigarreras”, y técnicos con implicación en el proyecto (arquitecto y sociólogo urbano). En la convocatoria del acto se exponía la finalidad del debate: “Esta mesa redonda está dirigida a tratar de la problemática social del área que ahora parece olvidada, como vivienda, envejecimiento de la población, equipamientos, entre otros, sin olvidar que uno de los contenidos del programa europeo EDUSI son los de participación ciudadana, y en este sentido debatiremos si el desarrollo de los proyectos ha impulsado nuevas prácticas de democracia ciudadana en la construcción de la ciudad.”

En el transcurso del debate se expusieron las acciones y proyectos que ha realizado, o realiza el Ayuntamiento, de contenidos muy alejados de una estrategia para resolver los problemas de vulnerabilidad social del territorio de la EDUSI que se han expuesto anteriormente. Entre esas actuaciones destacan: acciones de reurbanización de espacio públicos; iluminación pública más eficiente energéticamente; intervenciones en edificios de uso público; mejora en el entorno del castillo de San Fernando y monte Tossal; proyectos de promoción social y arte urbano (murales), entre otras, como la mejora del acceso a las tecnologías digitales. Pero sin duda, para el gobierno municipal el proyecto estrella de la EDUSI es la rehabilitación de la antigua fabrica de Tabacos, “Las Cigarreras”, para su conversión en un gran contenedor cultural para lo cual se ha adjudicado el proyecto mediante concurso. La intervención en las Cigarreras parece haber eclipsado otros objetivos estratégicos, hasta el punto de que los ciudadanos suelen identificar la EDUSI con el proyecto de Cigarreras.

El proyecto de Cigarreras ha puesto de manifiesto, una vez más, la absoluta carencia en el gobierno municipal de una estrategia cultural para la ciudad, en la que la intervención sobre la antigua fábrica de tabacos debería de contribuir a construir una nueva centralidad urbana cultural . Pero el gobierno municipal ha renunciado a ese compromiso, como se pone de manifiesto en la vergonzosa privatización del Castillo de Santa Bárbara después de transferirlo al área de turismo (?). Esta privatización no se produce por falta de medios en el Ayuntamiento de Alicante, como se aduce en el pliego de condiciones de la contrata, sino por falta de ideas de los responsables municipales relacionados con la gestión del Castillo como bien cultural. No sería extraño que también privaticen las Cigarreras cuando comience a funcionar como centro cultural. Una estrategia municipal de cultura no puede sustituirse por una consulta para recabar las opiniones de diferentes colectivos de la ciudad acerca de sus preferencias de uso para el edificio rehabilitado de la antigua fábrica de tabacos; esta consulta puede estar bien para conocer la opinión de los ciudadanos , pero no se puede presentar, como se ha hecho, como un verdadero proceso de participación ciudadana, con el que fueron muy críticas las intervenciones vecinales en el reciente debate de la Sede de la UA

Como resumen de los temas que se han tocado en este artículo, quisiera terminarlo desarrollando los conceptos que se incluyen en la denominación de EDUSI, “Estrategia de desarrollo urbano sostenible e integrado”, y traduciéndolos en preguntas al gobierno municipal.

En primer lugar, “Estrategia” quiere decir “camino, itinerario” con el que deben de alinearse las diferentes acciones y proyectos puntuales para alcanzar los fines previstos de la acción global; ¿cuáles han sido las metas de la EDUSI, y cuál su grado de cumplimiento? ¿cómo ha cambiado, o va a cambiar, la calidad de vida de los ciudadanos por las acciones emprendidas en la operación? En segundo lugar, encontramos el término “Sostenible” ante el que habría que enunciar la pregunta siguiente, ¿cómo se ha reflejado en el territorio de la EDUSI los cambios relacionados con el medio ambiente más allá de la introducción de un alumbrado público más eficiente energéticamente?, sin olvidar que la noción de “ambiente” no solo tiene una dimensión física sino también social.Y en tercer lugar, el concepto “Integrado” se refiere a que las actuaciones y proyectos en el ámbito territorial de la EDUSI deben de contemplarse como un todo, desde lo material a los social, desde la calidad del espacio público a la de la vida de los ciudadanos de los barrios incluidos en el área de actuación, el término “Integrado” exige una colaboración estrecha entre las distintas áreas municipales, ¿ha existido esa relación y coordinación entre concejalías?

Naturalmente, las respuestas por el gobierno municipal a estas preguntas deberían de ser contrastadas en debates públicos con los vecinos, que, a pesar de todo, continúan comprometidos con el futuro de sus barrios, reivindicando una ciudad más habitable y más justa.

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