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Tomás Mayoral

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Ximo gana el primer asalto en la nueva financiación autonómica

El fotógrafo Rafa Arjones charla con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ante José María Perea, junto a la viuda de Perfecto Arjones, Pilar Gómez, y su nieto Carlos. | ALEX DOMÍNGUEZ

Ximo Puig gana el primer asalto en el largo combate que nos espera por la reforma del modelo de financiación autonómica. Junto a Francina Armengol, la presidenta de Baleares, han conseguido que sus tesis sean escuchadas, frente a un amplio elenco de barones socialistas que pidieron a Sánchez que dejara las cosas como estaban. Básicamente, el triunfo de las comunidades infrafinanciadas, entre las que la Comunidad Valenciana brilla con luz propia (pero de farolillo rojo), ha sido conseguir que el Gobierno de Sánchez y la propia María Jesús Montero, ministra de Hacienda, acepten que el criterio poblacional debe ser el que mande en el reparto del dinero, por encima de fondos de compensación para beneficiar a las comunidades más pequeñas que lejos de nivelar consiguieron crear injusticias manifiestas. Parece de sentido común que quien tiene más población y, por ende, más gasto en las principales partidas de gasto "intocables", sanidad y educación, se vieran también beneficiados con una financiación más generosa. Pero lejos de ese sentido común, los fondos compensatorios lograban sobrefinanciar a las comunidades de menor peso demográfico y castigaba severamente a las más pobladas. Hay que admitir que lo más fácil hubiera sido dejar el jardín como estaba, pero Sánchez es un especialista en jardinería de riesgo. Esta vez para beneficio de los habitantes de nuestra Comunidad. Es verdad que esto no acaba más que de empezar. Los "sobrefinanciados" por el sistema anterior ya hablaban ayer de frentes de comunidades agraviadas para defender el modelo de financiación que les ha favorecido estos últimos años. Hacienda escuchará a todos, pero el debate puede generar mucho ruido y desnudar intereses particulares autonómicos poco edificantes, el río revuelto en el que pesca la ultraderecha que abomina de nuestro sistema de organización territorial. 

La exposición de Perfecto Arjones en Fundación Mediterráneo es el mejor resumen de la mirada única sobre 30 años de Alicante de un fotoperiodista genial. ÁLEX DOMÍNGUEZ

Lo dijo el jefe de Fotografía de INFORMACIÓN, Rafa Arjones, cuando, con emoción contenida, glosó ayer la figura de su padre y del que seguramente haya sido su mejor maestro en la presentación de la exposición dedicada a su trabajo en este periódico durante más de tres décadas. Rafa lo sintetizó perfectamente: un redactor gráfico necesita estar ahí para conseguir la foto. África Prado recogió la idea de nuestro compañero y lo fijó en un titular, que informa porque es una perfecta síntesis de ese espíritu, "Perfecto Arjones estaba ahí". El president Ximo Puig quiso dar la relevancia que merece a la figura de Cholas, como todos los conocían en nuestra Redacción, con su presencia en una exposición en la que la Generalitat participa activamente y que acoge la Fundación Mediterráneo. En sus palabras, se mostró de acuerdo con el arriba firmante en que el trabajo de los periodistas literarios sufre más el paso del tiempo que el de los periodistas gráficos: la magia de la imagen es más magia con los años y permanece intacta, cuando no se acrecienta. Puig, que nunca olvida mencionar con un punto de orgullo que él también es periodista, quiso destacar este valor de permanencia y propuso que la exposición "Huellas de un tiempo. D'un temps i un pais" con las imágenes que glosan tres décadas de la historia de Alicante, de los 60 a los 80, recorra la comunidad tras el 13 de febrero porque se ama lo que se conoce y ampliar el conocimiento de nuestra Comunidad es la mejor forma de seguirla construyendo para las nuevas generaciones. Fue un día de lecciones de historia y de periodismo, como la que dio Jesús Prado, consejero de Prensa Ibérica y el director de INFORMACIÓN que vio antes que nadie el increíble redactor gráfico que era Cholas, con su recuerdo a ese "espejo de la historia" stendhaliano que sirve perfectamente para definir lo que periodistas gráficos como Arjones hacían: servir a lo informativo y hacer historia al mismo tiempo. Cholas ya no está con nosotros, pero su mirada sigue aquí porque él estuvo ahí cuando había que estar.

Y una cosa más: No ha colado.

La jueza del caso de la vacunación impropia del alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, no se cree, lógicamente, su justificación de que hiciera "un bien a la sociedad" poniéndose la vacuna pese a que no le tocaba. Los juegos malabares suelen acabar con las bolas en el suelo cuando el ejecutante no es tal o cuando las lanza demasiado alto. En política, el estrépito de las bolas al caer aumenta cuando "el artista" no es capaz de distinguir su interés particular del interés general. No sabemos qué saldrá de este caso penalmente hablando, pero ya ha quedado claro que Bernabé Cano no es apto moralmente para la política ni para gobernar un ayuntamiento democrático. Debe irse antes de seguir avergonzando más a su pueblo. 

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