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Manuel Pineda Cuenca

El Plan “Vega Renhace” le agria la fiesta al PP

Cumbre del Plan Vega Renhace en Orihuela

Como alcalde de Rafal sentí profundo orgullo el otro día al escuchar al Presidente Puig anunciar la próxima adquisición del Palacio del Marqués de Rafal y que sería la sede del Plan Vega Renhace. Y, no solo eso, sino que una de las opciones que se barajan es la instalación de un centro europeo de investigación de extremos del agua, para que sea un lugar temático y de referencia mundial. Orgullo para la Vega Baja y para mi pueblo, Rafal.

El ambicioso Plan Vega Renhace nació de la tragedia y se alimenta de la esperanza; y de los muchos millones de euros que le inyecta el gobierno de la Generalitat. Eso sí, tiene el espíritu de fortalecer un territorio que había sufrido graves daños como consecuencia de una Dana devastadora. Aunque también evidenció un histórico abandono por parte de las administraciones del Estado y de los gobiernos de la Comunidad Valenciana, durante más de tres décadas, en cuanto a inversiones en infraestructuras, además de la falta de análisis previo de lo oportuno para la mejora de las existentes.

En 2021 los presupuestos del gobierno valenciano, que preside Ximo Puig, han sido generosos con nuestra comarca, 154 millones de euros a los que había que sumar los más de cien en 2020. Somos conscientes de que cualquier actuación nos fortalece, sea en edificios públicos o en la huerta, en nuestros pueblos o ciudades y que, por tanto, todo cabe en el Plan, si es para bien, y de ahí el apellido Vega Renhace a cualquier inversión en la comarca dentro del presupuesto. Resulta llamativo que los dirigentes de derechas de la Vega Baja no quieran entender el objetivo y lo pisotean como “si no hubiera un mañana”, a pesar de que todas las inversiones nos hacen más fuertes, sean en juzgados, escuelas, centros sanitarios o acequias, todas son Vega Renhace. Bueno, el rechazo del PP a los juzgados, lo entiende cualquiera, pero el resto se me atraganta, la verdad.

Quiero destacar la infinidad de reparaciones de caminos y acequias fundamentales de nuestra huerta con más de 20 millones de euros invertidos y dieciséis más anunciados por Puig. Sin ellas, la huerta, nuestro principal patrimonio, lo que nos une, desaparecería. Muchas quedaron destrozadas y había que reparar para que nuestros cultivos en miles de tahúllas sigan recibiendo agua y puedan producir. Y ¡vaya si se han reparado! Jamás se ha invertido tanto en nuestras acequias.

En 2022, nuevamente los presupuestos vienen cargados y también con el apellido “Vega Renhace”, marca del gobierno del Botànic. Se contempla la CV-95 con tres millones más, de la que desgraciadamente y por metedura de pata del PP, estamos pagando 9,5 millones de euros sin haber puesto ni un centímetro de asfalto. Claro, esto escuece por la derecha, anclada en el lema favorito de Rajoy que sostiene “cuanto peor para todos mejor para mí”. Habría que recordar que de los 45.000 millones de euros de deuda de la GVA que heredó Puig, al ser elegido President de la Generalitat, NI UNO SOLO era por inversiones en la Vega Baja del PP, y sin embargo estamos colaborando solidariamente. En 2022 somos la comarca alicantina donde el gobierno de la Generalitat invierte uno de cada 4 euros, pero el PP intenta sembrar la duda, pero que nadie olvide que Mazón (PP) ha tardado 2 años en enviar el primer euro a la Vega Baja y, ahora funda la Casa del Limón. Mucho me temo que se le puede agriar la inversión.

El Plan Vega Renhace ha evidenciado lo prioritario de actuaciones como los Sistemas de Drenaje Urbano Sostenible, los SUDs. Y se preguntará, querido lector, qué es ese palabro; pues mire, la mayoría de nuestros pueblos carecen de red de pluviales y el agua de lluvia va al alcantarillado. Y le sonará aquello de que “con cuatro gotas que caigan se colapsa el saneamiento y el agua rebosa en nuestras calles y casas”. Es prioritario, por tanto, actuar aquí. Para las primeras obras de construcción de redes pluviales, en breve, el dinero llegará a las arcas municipales de todos nuestros ayuntamientos y, en el presupuesto de Puig de 2022 figuran 16 millones más, sin que medien yonkis del dinero ni bigotudos comisionistas. Además, los fondos europeos fortalecerán estas inversiones y podremos seguir hasta completarlo. Y mientras esto pasa haremos lectura pública de la lista de colocados por el PP en la ingeniosa caverna cítrica, en la que seguro encontrarán nuevos limones por escurrir.

El caso es que Vega Renhace es un plan director de las necesidades imperiosas de la Vega Baja. Ninguna comarca lo tiene y hemos de sentirnos orgullosos de él y sacar pecho. Hay actuaciones a corto, a medio y a largo plazo. ¡Tenemos un plan y hay que cumplirlo! Y si usted oye ladridos es porque “cabalgamos”.

Insisto en remarcar que en los presupuestos de 2022 de la GVA ¡Uno de cada 4 euros de Alicante son para la Vega Baja! Hasta conexión ferroviaria del interior con la costa o los doce millones para mejorar nuestras depuradoras y reutilizar el agua de forma adecuada por nuestros agricultores. Pero lo mejor es que el President de la Generalitat, Ximo Puig ya no necesita que le contemos qué necesita la Vega Baja del Segura, la siente como propia y las conoce y aquí están proyectadas y, en breve, ejecutadas.

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