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Manuel Alcaraz

La plaza y el palacio

Manuel Alcaraz

Empezando el año: unas ideas para alicante

Barcala, en una imagen de archivo

La sensación general que tengo sobre mi ciudad es que carece de proyecto global y que no lo va a tener esta legislatura. Esta inmovilizada: estatua de sal que sólo sabe mirar a un pasado que, por lo demás, sólo muestra malos ejemplos. La alianza entre el PP y Vox requiere de esa ausencia de pulso político e intelectual, mientras Ciudadanos prepara su transmigración con más mediocridad que vergüenza. En urbanismo-medio ambiente y economía, los dos grandes temas para cualquier ciudad, el vacío brilla con especial fulgor. Sobrevivir es la máxima ambición.

Como emblema de todo esto, en cada Pleno municipal asistimos a una penosa representación: con tal de no hablar de Alicante, los munícipes platican de cualquier cosa, en una suerte de tertulia a mayor gloria de la degradación de la democracia y del incremento del desconcierto. La falta de liderazgo de Barcala es prodigiosa y no puede remediarla crispando el gesto y alzando la voz cuando arremete contra la Generalitat, con la que tiene la obligación, y debería tener interés, de llevarse bien. Pero el papel de toda la oposición no es más lucido. Confunden ese rol con la queja redundante, tediosa, que a golpe de oportunismo y de regodeo en la marginalidad, contribuye a segmentar los intereses ciudadanos y a hacer confortable la existencia a la derecha. A su insistencia en la falta de proyecto no le sigue la oferta de un proyecto alternativo sino el menudeo de protestas y adhesiones inquebrantables, para consumo de un par de días y olvido en el siguiente. Confunden la modernización de la acción con hacer fast política, de kleenex consumo en las redes. Una mezcolanza de intereses aparentemente contrapuestos pero que, en la práctica, se retroalimentan mutuamente y estabilizan un status quo de escasa utilidad para la mayoría pero provechosa para los actuales gobernantes.

No seré yo quien se atreva a acometer la tarea de esbozar siquiera un plan global. Pero en este artículo en las puertas del año nuevo intentaré formular una parva propuesta de acciones. Es dispersa, no entra en los grandes problemas particulares, que requieren de más espacio y conocimiento. Pero ambiciona ser como piedra que anime el estanque. Procura buscar otras perspectiva; defender la transversalidad sobre las cuestiones puntuales, recordando que Alicante está inmersa en un cambio radical de ciclo en cuanto que pedazo del planeta; dinamizar integralmente la cultura como factor de cohesión y de diversificación de la experiencia ciudadana; favorecer la cultura del acuerdo y las alianzas entre diversos actores públicos y privados; extender la idea de que modernizar discursos sólo es posible atendiendo a la reducción de la dualidad y la vulnerabilidad. En este sentido sugiero considerar:

1.- Establecer una Oficina sobre impulso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Alicante, con una Agenda 2030 adaptada, un sistema de indicadores y reglas de gobierno para la verificación de cumplimientos; así como factores de implicación de la sociedad civil, activación de responsabilidad social de empresas en este ámbito y alianzas de ONGs, y, de manera preferente, con Casa Mediterráneo y la EUIPO -el compromiso de la UE en esta materia es notorio-.

2.- Crear un “Reloj” sobre la huella ecológica de Alicante que genere conciencia de la implicación ciudadana en el consumo de bienes naturales y de responsabilidad en las dinámicas que aceleran el cambio climático: es bueno que la ciudadanía sepa cada día cuántos recursos hemos consumido aquí, porque la globalización y el desastre climático no es algo que suceda en otro lugar. Un Reloj físico, con información digital en tiempo real a quien quiera conectarse y como lugar ideal de encuentro y reflexión. La gestión del Reloj debería ser fruto de acuerdos cívicos y científicos y propiciar respuestas proactivas a las situaciones particulares de la ciudad en esta materia.

3.- Creación de una “Escuela de Riesgos” que centralice información, cartografíe, interrelacione y monitorice los diversos mapas de peligro, difunda buenas prácticas propias de la sociedad del riesgo: igualmente debería fomentar la formación de todo tipo en materias de prevención, reacción y evaluación de medios. Con implicación de cuerpos de seguridad, bomberos, protección civil, ONGs, centros de enseñanza, colegios profesionales, UA, etc.

4.- Identificación, evaluación y reacción ante las diversas “brechas” que se concretan en Alicante: espacios físicos, discursivos y simbólicos en los que se reproduce y agranda la dualidad urbana. A partir de una metodología adecuada y centrada en las grietas sociales, de empleabilidad, género, generacionales y digitales.

5.- Elaboración, como parte de las políticas de transparencia y buen gobierno, de un Plan de Simplificación Administrativa, que favorezca la interoperabilidad entre administraciones, el uso de lenguajes accesibles, la reducción de los abusos en la utilización de recursos informáticos que capturan información innecesaria y dificultan el auténtico acceso equitativo a los instrumentos digitales, así como favorecer la facilidad en el ámbito de la creación de empresas, licencias, etc. Podría crearse la figura del Comisario de la Alcaldía para la implantación de la administración digital con capacidad para formular recomendaciones y admitir quejas. Los datos de uso público recolectados podrían constituir un fondo, junto con otros estudios, para la creación de una “WikiAlicante” con información rápida y completa de la ciudad para uso cultural, turístico, cartográfico, etc.

6.- Liderazgo municipal, en coalición con otras administraciones, fundaciones, organizaciones empresariales y sindicales, colegios profesionales, UA, etc., para la planificación del teletrabajo y la reducción de la jornada de trabajo, desde las dependencias municipales y sus empleados -y los de contratas y concesiones- al conjunto de la ciudad.

7.- Elaboración de un Mapa Cultural de la Ciudad que integre espacios con análisis de su situación, déficits y ventajes, usos, relación con el patrimonio, generación de sinergias con buenas prácticas ciudadanas y administrativas, simplificación de la gestión -incluyendo fórmulas de cogestión asociativa- y reconocimiento de equipamientos no municipales. Un punto de partida debería consistir en la distinción entre equipamientos singulares y una trama general y descentralizada de equipamientos culturales polivalentes, la transición de las bibliotecas municipales a otros modelos más dinámicos, creación de un depósito central de libros y material audiovisual, etc. La realización de una encuesta de demandas y prácticas culturales y de un estudio de los retornos económicos de la gestión cultural debería realizarse en paralelo.

8.- Convocatoria de un Concurso de Ideas sobre usos de Las Cigarreras, a partir de ideas básicas establecidas en un debate ciudadano, tales como la polivalencia de funciones, la combinación de usos museográficos de calidad con contenedores para acciones puntuales, la puesta en valor de la tradición del propio espacio industrial o su complementariedad cultural, didáctica y turística con otras dotaciones próximas. Igualmente habrá que decidir qué hacer con la Comandancia de la Guardia Civil cuando pase a Rabassa: una posibilidad sería un Museo de la Ciudad de carácter etnográfico, histórico y artístico. Finalmente, el Palau del Portalet, en la calle Caballeros, que padece de una cierta indefinición en su uso, podría habilitarse como Centro de Interpretación del Casco Histórico de Alicante y usarlo como lugar de información, realización de actos y sede de estudios, en colaboración con el Archivo Municipal. En todas estas acciones habría que implicar a la Fundación Mediterráneo, para la difusión de sus valiosísimos fondos artísticos y legado histórico.

9.- Acelerar la recuperación de La Británica y organizar un Concurso Internacional de Ideas sobre recuperación y uso, bajo la premisa de la menor intervención posible. (Si de mí dependiera quedaría esencialmente como un espacio vacío, un Jardín de Piedra, sin que fuera incompatible con acciones artísticas o musicales puntuales). Podría organizarse como Sub-Sede del IVAM, garantizando una gestión profesional y su inclusión en circuitos internacionales de arte y afianzando la inversión de la Generalitat en Alicante.

10.- Un problema candente es la degradación inmoral, políticamente peligrosísima para los equilibrios ciudadanos y la imagen de Alicante, de los servicios de atención a los más desfavorecidos. En ese sentido hay que hacer una apelación a la sociedad civil en su conjunto para la creación de una Coalición en Defensa de los Derechos Sociales -que es una defensa del texto y el espíritu constitucional-, bajo la premisa de generar una alianza estable, no de consumo rápido, ni dedicada a la mera queja, orientada a la evaluación y promoción de acciones de todo tipo y concienciación ciudadana en la materia.

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