Si Ximo Puig quiere tener presencia en Alicante, nada mejor podría hacer que convertir en Biblioteca el edificio de Correos de la plaza de Gabriel Miró, cuyo destino a uso público parece inminente. Sepa el president, y todos los alicantinos avisados, que la Biblioteca Provincial ‘Azorín’ está en coma.
En la actualidad, el inmueble situado en el Paseíto de Ramiro ha quedado como un lugar donde los usuarios realizan préstamos de libros, como aquel cliente que va a la ventanilla del banco a realizar sus gestiones. Con idéntica frialdad, y si te descuidas, con menos educación de los peticionarios; hasta ese punto se ha degradado el servicio (es la servidumbre que tiene todo lo gratuito).
Las bibliotecas de las grandes ciudades como Alicante hace tiempo que pasaron a convertirse en verdaderos motores de cultura donde bulle la actividad con mediateca y talleres, y las salas de lectura constituyen una mínima parte de su infraestructura.
Hace demasiado tiempo que la Biblioteca Azorín está degradada. Se cumplen catorce años desde que el Ministerio de Cultura, como titular del edificio, aprobase las obras de rehabilitación integral. Hoy, todo sigue igual.
Dado que la gestión del inmueble corre a cargo de la Consellería de Cultura, debería ser el propio Ximo Puig quien tomase cartas en el asunto, dignificando la Biblioteca en un lugar como el edificio de Correos de Gabriel Miró.
La Biblioteca Azorín es un lugar insano, indigno, lamentable: la peor conservada de todas las bibliotecas de titularidad pública del Estado. Si los alicantinos lo consienten, allá ellos; el president de la Generalitat no debería. El gesto hacia más de 1.800.000 de beneficiarios de la Biblioteca Provincial sería de los que hacen historia.
