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Pedro de Silva

Acaba el entreacto

Edificios en la plaza de la Libertad de la ciudad de Kharkov, en Ucrania.

En la obra en cartel sobre Ucrania España apenas tiene papel. Aunque su posición de retaguardia sea crucial, el poderío en blindados, aviones y barcos no es para darse a las voces. Sin embargo, la última distracción de Putin (a modo de entremés), pidiendo explicaciones sobre cómo interpreta cada país la “seguridad indivisible” nos daba un papelito antes de que nos toque el papelón de mandar tropas. A fin de cuentas el derecho internacional nace en el siglo XVI con el dominico Francisco de Vitoria, prosigue con el jesuita Francisco Suárez y su tradición escolástica andará por ahí. Imposible saber si lo de Putin era un enredo para liarnos entre nosotros, otro merodeo (mover tropas, imputar culpas, buscar pretextos) antes de atacar o una retirada al género epistolar para salvar la cara, pero hemos perdido la vez para alargar la obra y, acabado el entremés, viene el segundo acto.

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