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Antonio Sempere

El Teleadicto

Antonio Sempere

La gala

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Las mejores imágenes de la gala de los Premios Goya 2022 EFE

Aburridísima. Soporífera. La peor que recuerdo. Son los comentarios más recurrentes que leí y escuché de primera mano de los críticos asistentes in situ a la 36 Gala de los Goya en València. Sin embargo, el criticadísimo espectáculo logró un 22% de audiencia en la televisión. ¿Por qué? Está claro. Logró generar una curiosidad considerable. Es evento mediático de primera.

Pero analicemos brevemente los porqués del desastre. La gala, que no era un barco a la deriva, sino que tenía director, guionistas, equipo artístico, ensayos, y todo lo que se puede tener, tenía que haber acabado a las 00.30 de la noche, hora prevista de emisión de Volver, de Pedro Almodóvar. Pues bien, salvo la efímera aparición de Cate Blanchett, todo lo interesante de esta 36 Gala goyesca sucedió precisamente a partir de la hora en que debía haber acabado. Comenzando por la esperada comparecencia de José Sacristán en el escenario, que diga lo que diga, y aunque se repita, siempre es placentero.

No tiene sentido comenzar entregando cinco Goyas técnicos consecutivos. Para arrancar, es de 1º del Máster de Galas, tienes que introducir un premio de actor o actriz para generar expectación. En ese Máster de Galas también queda destacado que el humor y la emoción son dos ingredientes básicos en toda ceremonia que se precie. En los 190 minutos que duró la del sábado no había por dónde encontrarlos.

Sólo cuando se supone que la ceremonia debía haber acabado, cuando estábamos exhaustos, a partir de las doce y media de la noche, el In Memoriam, cantado por Luz Casal, nos despertó del letargo. Y grandes como Portillo, como Bardem, o como el muy inteligente Fernando León.

Que todo ello sirva para no tropezar en la misma piedra. Aunque tropezaremos.

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