Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llanos Cano

Multar a los pobres

Imagen de una persona sin hogar ejerciendo la mendicidad. | HÉCTOR FUENTES

Alicante ha dejado de ser conocida en España como la “millor terreta del mon” y saltamos a los telediarios como una ciudad cruel y deshumanizada que atenta contra los derechos humanos de los más vulnerable. Enhorabuena señor Barcala, perder todo el prestigio y cariño nacional en poco más de dos años, eso, eso sí es de Guiness.

Con esta norma el alcalde maltrata a las mujeres en prostitución y a las personas más vulnerables, criminalizando la pobreza, generando más precarización y desigualdad.

La historia de esta ordenanza además en una historia plagada de mentiras encadenadas diciendo que había medida sociales cuando no las había, que era una demanda del electorado (cuando nadie quería que se multase a los indefensos), que no tiene impacto de género (sic), que en realidad no se aplicaran las multas (ya me dirán porque insisten en ponerlas en la norma en vez de quitarlas), etcétera.

Se ha reconocido que la ordenanza sigue criterios políticos y que no ha participado la concejalía de acción social, así que el intento de maquillarla (mínimamente) es estéril. La realidad es que la ordenanza aprobada va en contra de nuestro propio Plan Municipal de la Inclusión Social, en contra del Pacto Valenciano contra la Violencia de Género, incumple los compromisos adquiridos como parte de la Red de Municipios Libres de Trata y contraviene, entre otros, el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos.

Todo esto a Barcala le da igual porque para nuestro alcalde los más vulnerables son solo moneda de cambio para aprobar los presupuestos. Pararon la ordenanza para aprobar los presupuestos con la abstención del PSOE el año pasado (importándoles un pito todos los argumentos que esgrimen ahora para ponerla en marcha) y este año se ensañan con los más pobres y marginales, solo para que les aprueben las cuentas.

Pero no contento con eso, el señor Barcala, incomodo por las protestas de tejido asociativo alicantino y las fuerzas sociales de esta ciudad aprovecha el parapeto de la extrema derecha para vengarse y rebajar los presupuestos en las áreas estratégicas donde trabajan los colectivos, asociaciones y ONG, haciéndole creer a la ciudadanía que no ha sido idea suya. Las asociaciones y entidades han presentado unas alegaciones extraordinarias, desgranando una por una todas las normas que vulneran la ordenanza de la vergüenza. Han hecho un trabajo excepcional. Por eso les castiga y de paso, también le sirve para operarse de apendicitis y extirparse a ciudadanos, así sin anestesia ni nada.

Multar a las mujeres prostituidas por hacer su situación visible es un ejercicio sádico de violencia institucional y machista. Solo provoca su revictimización y el fortalecimiento de las estructuras de desigualdad social y además deberán pasar más horas prostituidas en la calle para pagar la sanción.

Tratar a los mendigos como delincuentes es una concepción aporofóbica de los más vulnerables. Usted, ya pillado en todas las mentiras y argumentos fallidos, dice que lo hace para luchar contra las mafias y se le llena la boca con total desfachatez. Su fórmula mágica para acabar con las mafias, con el crimen internacional organizado, si merece hacer un viaje a Bruselas Sr Barcala. Tiene usted que iluminar a la Interpol y a todos los órganos de la UE. Imagínese la cara de Úrsula Von Der Leyen, Charles Michel y Roberta Metsola cuando les diga: “En Alicante vamos a acabar con las mafias multando a las víctimas”.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats