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Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

El Puerto Seco, a Villena

Un momento de la reunión sobre el puerto seco del Corredor Mediterráneo.

Nunca imaginé que la historia del Puerto Seco en el interior de la provincia de Alicante se fuese a eternizar tanto. Si tuviese una fecha lejana pero fija, a la manera de los Juegos Olímpicos, ya hubiera llegado el día en que nuestro presidente Ximo Puig se hubiese tenido que pronunciar.

Llegado el momento, en la ceremonia protocolaria correspondiente, en 2019, 2020 ó 2021, reunidos los interesados, habría pronunciado las palabras míticas, cual Samaranch en Lausanne (“à la ville de Barcelona”). Debiendo optar públicamente bien por la opción de Novelda, bien por la de Villena.

Ambas ciudades cuentan con alcalde socialista y con candidaturas bien armadas. Pero nosotros nos alegraríamos mucho si finalmente la elegida es la opción villenense. Se lo merece por ser cruce de caminos de las provincias de Alicante, Valencia, Albacete y Murcia, puerta de Castilla y del Mediterráneo.

Pero hablando simple y llanamente de política, se lo merece por compensar mínimamente todo lo que se le debe. Primero de todo, por el expolio que sufrió con sus acuíferos, que se fueron vaciando para saciar la sed de las superpobladas ciudades costeras. Por ser la única capital comarcal a la que se negó un Hospital, y por colocarle en 2002 un centro penitenciario que nadie quería.

La Plataforma Empresarial Nodo Levante Interior presentó a los alcaldes y concejales de Yecla, Almansa, Caudete, Salinas, Cañada, Benejama, Castalla, Camp de Mirra, Sax, Biar e Ibi el proyecto del puerto seco; y todos lo han apoyado. Incluso echamos a alguna población de menos. Pero no importa si hay final feliz.

Que llegue la discriminación positiva. Esperemos que llegue pronto el día del desenlace y este título sea noticia: ‘El Puerto Seco, a Villena’. 

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