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Antonio Sempere

Dos Osos de Oro

La directora Carla Simón. EFE

Al calor del Oso de Oro en Berlín logrado por Carla Simón con Alcarràs, una película rodada una comarca leridana con actores no profesionales sobre la crisis económica en una familia que se dedica a la recogida de melocotones y paraguayos (o «fresquillas»), cabría realizar algunas reflexiones.

La más urgente, recapacitar en el hecho de que el Oso de Oro del año pasado no ha sido estrenado en las salas españolas más que testimonialmente. Hemos podido ver la esplendida película rumana Un polvo desafortunado o porno loco, de Radu Jude, gracias a Filmin, la mejor plataforma para el cinéfilo.

De lo cual se puede deducir muy fácilmente, en justa correspondencia, que cabe la posibilidad más que real que Alcarràs no se estrene en muchos países de nuestra cercana Europa, no hablemos ya de otro más exóticos. Salvo que hablemos de festivales y lugares donde se encuentra al público cautivo.

Pero lo más interesante de la propuesta rumana ganadora en Berlín que ahora llega a Filmin, es establecer un paralelismo con nuestra filmografía, y preguntarnos si el cine español sería capaz de producir un título semejante. Y caso de hacerlo, cuál sería su alcance. Hasta dónde llegaría. Si estaría vetado en salas. Si solamente podría verse, con Un polvo desafortunado o un polvo loco, en plataformas, y con cuántos espectadores podría contar.

La película de Radu Jude es provocadora como ella sola, original hasta donde se puede hasta estas alturas en las que todo está inventado, muy contemporánea, y sinceramente, creo que a años luz en osadía de todo lo que aborda el cine español, en comparación, adocenado e inocente como él solo. Felicidades a Filmin por haberse situado con justicia liderando el ranking del Observatorio de la Cultura Contemporánea.

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