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Carpa para recoger ayuda para Ucrania en la Plaça de Baix de Elche.

Como a muchos españoles, me cuesta llegar a final de mes, y más ahora con las energías disparadas, luz, el gas, etc.

Escuchando la radio, comentaban los puntos de recogida de ayuda para Ucrania. Suerte que en mi distrito de Alicante, conozco uno de ellos. Así que, en mi familia nos hemos vuelto locos... Gasas, Betadine, arroz y latas.

Puedes tener dificultades para llegar a final de mes, puedes estar endeudado hasta las cejas... Pero tienes casa, calefacción, mantas, comida, agua, no te bombardean, no te matan ni a ti ni a los tuyos...

Quiero publicar esto porque seguro que a ti también te conmueve lo que está pasando no muy lejos. Igual piensas que soy un exhibicionista, un bien queda... Posiblemente.

Lo que sí recuerdo, es que hace unos pocos años colaboré en Alicante, donde voluntariaba, -cosa que sigo haciendo en el Tercer Sector-, una comida el día de Nochebuena para gente necesitada, y en concreto, para personas sin hogar.

Fue increíble. De cuento de Dickens. Colaboraron el dueño del local, una empresa de catering, un empresario y sus amistades, unos comediantes que acabaron como mendigos… Es lo bueno de mi oficio porque creas una red de contactos increíble.

En mi trabajo externo solo me ayudaron dos personas (el responsable de una revista publicó la historia sin nombres ni apellidos y un dibujante puso su granito de arena en el reportaje). El resto... nada. Bueno, sí, una progre (y perdón si parezco de Vox) que me dijo que lo mío era postureo católico, que era del Opus y me habló de la película de nuestro querido Berlanga, 'Plácido' y ponga un pobre en su mesa... Con todo, hubo risitas cómplices.

Y yo casi tiré la toalla porque las cosas no marchaban, aunque los otros locos tiraron de mí.

Rezo, rezamos, y en esto, recordé la frase de Oliver Cromwell, “hay que confiar en Dios pero también mantener la pólvora seca”.

Nuestra pólvora son alubias, lentejas, albóndigas, gasas, Betadine...

Siguiendo con esta pequeña historia, hubo un hombre que me enseñó a ser soñador y a saber que había muchos más, un ejército de juannadies. De otro aprendí, que había que amar a este mundo apasionadamente.

Con todo, creo que hay que remangarse y no solo empatizar con los demás. También hay que mostrar la compasión, la que suma brazos y voluntades. No solo es la acción de mandar ayuda a Ucrania, España también sufre una guerra, y también civil, pero en silencio y hay mucha más pobreza de lo que nos imaginamos, pensamos y nos hacen creer. Las luchas de poder se hacen desde hace décadas en silencio y desde hace años España está siendo saqueada y puesta en venta al mejor postor, debido a nuestros grandes recursos naturales y a nuestra geosituación, donde el paro, las elevadas subidas en todos los servicios y productos de primera necesidad, la desindustrialización y nuestra enorme deuda pública que supera ya el 125% del PIB (en que en gran medida es dueña China) hacen de este país ya, uno de los más pobres de Europa y no solo eso, además vamos, como dice un buen abogado, en barrena y con el viento a favor, y como me dice mi padre, debemos tanto que debemos hasta de callarnos. Estamos sometidos a entidades y fuerzas externas que nos hacen mirar afuera para que no veamos lo que tenemos dentro.

Paso a paso se hace camino. Y el ejemplo cunde. Sin duda son dos frases familiares, de las que se usaban hace años para educarnos en la complicidad familiar y la solidaridad vecinal. A ver si entre todos apostamos más por ella.

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