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Natxo Bellido Suay

Al PP se les ven (más) las vergüenzas

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, durante un pleno AYUNTAMIENTO DE ALICANTE

Hablamos del PP de Mazón y Barcala, que sigue sin tener aprobados los presupuestos municipales y que han ligado sus destinos a la extrema derecha. Sí, la extrema derecha, como algunos días se atreven a decir sus nuevos jefes “los moderados”, aunque otros días cierran pactos de gobierno con VOX. Así de coherentes son, para estupor del PP europeo que no entiende como se puede legitimar un proyecto político antieuropeo y que propaga un discurso populista, xenófobo, negacionista de la crisis climática y que quiere recortar los derechos de las mujeres. El PP pacta con los que anteayer eran muy amiguitos de todos los que se hacían fotos sonrientes con Putin.

Se les ven las vergüenzas por llegar tan tarde. Estamos a finales de marzo y seguimos sin presupuestos. Y los presupuestos que se aprobaran, fruto del pacto PP-Vox, ya se encuentran desfasados y superados por la grave crisis energética que ha roto abruptamente el camino de la recuperación. Ahora deberíamos estar pactando y aprobando en el Ayuntamiento una modificación de crédito para ampliar el bono energético para las familias vulnerables que no pueden atender el recibo de la luz y ayudas directas a autónomos y pymes para paliar los efectos de la subida exponencial de sus costes energéticos. Pero un año más Barcala es fiel a su línea de aprobar presupuestos tarde y mal. En esto sí que es coherente Barcala.

Y también es coherente, entre otras cosas a causa de aprobar tan tarde los presupuestos, en la baja ejecución presupuestaria, para regocijo de los bancos que siguen acumulando millones de los ahorros municipales ya que Barcala es incapaz de invertir en la ciudad. Una mala gestión económica que se ve complementada con la pésima gestión del PP en la Diputació d’Alacant donde el PP tan solo es capaz de ejecutar el 24%, 1 de cada 4 euros, de las inversiones que debían estar en los pueblos y ciudades alicantinas, pero que Mazón es incapaz de ejecutar.

Se les ven las vergüenzas porque los indecentes recortes a la cooperación internacional ahora se hacen democráticamente más insoportables. Especialmente rechina la medida impuesta por la ultraderecha y asumida por el PP, con el silencio cómplice de Ciudadanos de limitar la ayuda en catástrofes humanitarias a las que se produzcan en territorio español ahora, en el actual contexto de solidaridad internacional con la población ucraniana que huye de los horrores de la guerra de Putin, sencillamente repugna.

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