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Marc Llorente

TEATRO CRÍTICA

Marc Llorente

Intimistas pasajes en ‘La teua mà en la meua’

Imagen de archivo de un teatro

La teua mà en la meua

TEATRE ARNICHES DE ALICANTE

***

De Carol Rocamora. Compañía: L’Om

Imprebís. Dirección: Santiago Sánchez

En nuestra época no se hubiesen enviado más de 400 cartas, sino multitud de mensajes instantáneos. Pero no sería lo mismo. Un papel invita mucho más a la descripción y a la reflexión. El escritor y la actriz se escribieron durante casi seis años, y esto lo recoge el libro, de 2008, «Anton Chéjov y Olga Knipper. Correspondencia (1899-1904)», según la edición y traducción de Paul Viejo. Una novelesca historia de amor que forma parte de la historia de la literatura. 

Esa relación epistolar y amorosa es la base de «La teua mà en la meua», de Carol Rocamora, traductora de toda la obra dramática de Chéjov, quien estuvo ligado al Teatro de Arte de Moscú con el maestro Stanislavski. Fue determinante para la proyección escénica de su escritura opuesta al drama posromántico, con el naturalismo y el matiz psicológico en asuntos de la vida cotidiana de la sociedad rusa de finales del s. XIX. Véanse «La gaviota», «Tío Vania», «Tres hermanas» o «El jardín de los cerezos». La derrota se impone en sus obras y los personajes la asumen. 

Allí conoció a Olga y más adelante se casaron. Rebeca Valls y José Manuel Casany, dos destacados intérpretes, son los actores que se dirigen al espectador e interpretan apropiadamente los papeles con la pasión, la admiración mutua, los anhelos, los conflictos y la efímera relación entre ambos, que contribuyó a la gran creación chejoviana. 

Valls y Casany acogen la emoción, la suave comicidad de los equilibrados pasajes dirigidos por Santiago Sánchez, creador de L’Om Imprebís en 1983, compañía a la que se pudo conocer en la, inicialmente, Sala Arniches con montajes de improvisación. 

En 1904 falleció Anton Chéjov. El último amor, su única esposa y un vínculo que estuvo marcado por la distancia. Ella hacía giras y él residió fuera de las grandes ciudades con su delicada salud. Dijo: «La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz». 

Por cierto, Rebeca Valls está también este fin de semana en el Principal de Alicante con «El método Grönholm».        

 

       

      

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