Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

La procesión va por dentro

Cuatro Hermandades procesionan la tarde del Domingo de Ramos en Alicante

Me cuesta pensar que en Alicante hubiese 1.088 días de espera para la llegada del nuevo Domingo de Ramos desde la celebración del último. Porque vista cómo estaba la Carrera Oficial durante el paso de procesiones durante la jornada nocturna, con los palcos y tribunas vacíos, nadie diría que la expectación fuese tanta.

Dado que agua pasada no mueve molino y que la celebración ya ha concluido, alguien tendrá que señalar la evidencia: no habrá otra Carrera Oficial como nuestra Rambla donde el público muestre un mayor grado de displicencia como el demostrado en esta Semana Santa del reencuentro. Aunque no lo cuenten las crónicas digitales y menos las televisivas.

En apariencia, por fuera, todo perfecto. El atrezzo, ideal. La decoración, los palcos, el envoltorio. El paso del Gran Poder y la Virgen de la Esperanza, con Vicente Cutanda junto al paso y Pepe Espadero en la presidencia, se produjo a las nueve de la noche. Una hora prudencial para que en las sillas instaladas desde la calle Gerona hasta el Portal de Elche (4 filas a ambos lados) no hubiese absolutamente nadie. ¿Por si había que pagar 3 euros? En ningún sitio he visto ni espero ver nada igual. No cuento la que vino después, la Flagelación.

Por si no lo saben, en Alcoy los balcones para las Entradas de este viernes se cotizan a 3.500 euros y se van de las manos. En la Rambla, mientras pasaban el Gran Poder y la Esperanza no había alicantinos por el tramo bajo de la Rambla. Alguna pareja de zangolotinos tomando una hamburguesa y turistas despistados que entraban a la tribuna y se sentaban un rato, sin saber qué estaban viendo. Nadie se levantó cuando pasaron las imágenes. Mi procesión iba por dentro. 

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats