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Tomás Mayoral

La Newsletter del director

Tomás Mayoral

A Ione Belarra, el Imserso debe parecerle franquista

Jubilados del Imserso haciendo gimnasia en la playa de Poniente de Benidorm esta primavera David Revenga

Digámoslo de una vez. A Ione Belarra no le gusta el programa del Imserso. Eso de que los viejecitos hagan turismo sin glamour para que se pongan las botas cuatro hoteleros a ella le parece regresivo, antiguo, viejuno. Me falta un adjetivo que no me viene, pero ahora me acuerdo del trasvase Tajo-Segura y ya sé cuál era: a Belarra lo del Imserso debe parecerle franquista (no es raro: a este Gobierno, todo lo que pasa en Alicante le parece franquista; debería mirárselo). Seguramente, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 no sabrá que esto de mandar a nuestros mayores a hacer turismo no tiene nada de franquista porque es un invento de la democracia, concretamente de 1985, que es la primera vez en la que el entonces Ministerio de Trabajo y Seguridad Social inició un Programa de Vacaciones para la Tercera Edad que conseguía alegrarles la vida y, al mismo tiempo, solucionar un grave problema de estacionalidad en nuestro sector turístico. Durante 37 años ha funcionado como un reloj con gobiernos de todos los colores. Hasta que llegó Belarra. La ministra ha estado estrangulando el Imserso a conciencia desde que cayó en sus manos. Para perpetrar el estrangulamiento, no ha tenido el más mínimo reparo en dejar a su Ministerio como el más incompetente del Gobierno, ya que todo lo relacionado con el programa ha estado plagado de retrasos en las convocatorias, errores administrativos e inacciones similares. Hubiera sido más honesto, pero tal vez no más rentable políticamente, cargárselo. Pero ha preferido matarlo lentamente. La última puntilla al Imserso, que ayer denunciaba Hosbec, la podemos entender Belarra y yo sin mayores problemas, aunque los dos seamos de letras. Los costes para mantener un hotel abierto han subido un 25%: ya saben, alimentos, bebidas, energía, etc. Si la subvención del programa no se ha movido de los 22 euros por persona y día y es la misma de antes de esa subida de costes, es posible que muchos hoteles pierdan dinero si siguen dentro del programa. Los hoteleros piden 33, pero si se van a las primeras líneas de esta newsletter (son mis presunciones, pero no creo que ande muy errado) entenderán cómo caen esas peticiones de los señores “que se ponen las botas con el Imserso” en el modernísimo Ministerio de doña Ione. Ni caso, directamente. Con Belarra cargándose un programa tan avanzado socialmente que ya existía cuando ella no había nacido, perdemos todos: los 800.000 usuarios del Imserso que no van a poder venir porque no va a haber hoteles que asuman pérdidas para traerlos, los trabajadores que no podrán trabajar y las localidades turísticas que perderán oportunidades. A Belarra eso le da igual. A su Gobierno parece que también.

Y una cosa más:

¿Le han colado a Raquel Tamarit, nueva consellera de Educación y Cultura, el gol por la escuadra de amenazar al Ayuntamiento de Alicante con suspender las mascletás en Luceros o ha participado ella activamente en el despropósito? Aunque estuvieran haciendo un dignísimo papel diciendo que hay que proteger más la fuente de Bañuls, el estudio de la UA que citan es de 2017. Ha habido tiempo, años, incluso con una rehabilitación de la fuente de por medio, para plantear ese debate. Hacerlo a escasos días de que comiencen las Hogueras suena sinceramente a broma pesada. Al menos si lo relacionado con la fuente y su protección son los únicos motivos esgrimidos para pedir nada menos que una suspensión o súbito traslado de una tradición como las mascletás en Luceros, que nadie en Alicante iba a entender. Estas cosas hay que consultarlas antes con el presidente Puig, que es el que viene aquí más a menudo. 

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