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Las decisiones personales del presidente

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. José Luis Roca

¿Por qué Pedro Sánchez decidió cambiar la política de España en relación con el Sáhara? ¿Cuáles fueron las razones que tuvo para hacerlo sin apoyo parlamentario? Sánchez podrá encontrar la legitimación de tal decisión en la legalidad, pues el artículo 97 de nuestra Constitución establece que el Gobierno dirige la política exterior. Pero un Gobierno en minoría, que no cuenta con apoyo parlamentario para este cambio de política ¿qué legitimidad tiene para que el país entero asuma las consecuencias de tal decisión?

Que el presidente tiene el poder, es evidente, pero hay más de una manera de ejercerlo; alguien decía que el poder es la suma de la autoridad más el prestigio, la autoridad nos la dan los demás y el prestigio lo ponemos nosotros; pero ¿Sánchez lo tiene? Decir que los políticos toman decisiones pude ser aventurado, más bien las construyen con valores, argumentos, apoyos y conclusiones. Para lo anterior al político se le suponen cualidades como capacidad, inteligencia y otras en el momento de adoptar la decisión en cuestión. Pero también hemos de convenir que un político es un individuo con limitaciones, influencias e intereses personales que no en todas las ocasiones coinciden necesariamente con los de la sociedad, ni tampoco atienden al interés general. Sin embargo, también pueden condicionar sus actos en política, por eso estos podrán ser beneficiosos, o por el contrario perversos para los que formamos parte de ese país. Pedro Sánchez ha conseguido además de mantener los asaltos a la valla de Ceuta y Melilla y las pateras marroquíes, sumar también las pateras argelinas, dinamitar el acuerdo de suministro de gas con Argelia; y, además, bloquear el comercio con ese país. ¿Por qué? Eso me temo que solo lo sabrá él, pero las consecuencias de su decisión corren de cuenta de todos nosotros.

Nada criticable la posición de Argelia, pues su respuesta ha sido un ejercicio de soberanía y de lógica, haciéndonos ver que, hasta la cesión, el entreguismo y la rendición tienen enemigos; para ponerse a reflexionar. Si nuestra política exterior va a ser la de recoge palanganas, será mejor cerrar nuestras embajadas antes que estar manteniéndolas, incluso habrá que plantearse qué hacer con el propio ministerio, total, para lo que nos están sirviendo.

La política también es una ciencia, es decir, la Ciencia Política al igual que las demás ciencias, busca las repeticiones más usuales para elaborar los principios generales. Por eso el gobernante, no debe buscar condicionamientos particulares, para impulsar acciones generales, ya que, en un comportamiento personal, no se puede hallarse la generalidad que busca la política, y que es el interés general. Posiblemente la forma de adoptar decisiones, sea lo que diferencia a un hombre de estado, de todo lo demás que habita en la política. Y, por cierto, para llevarnos de desastre en desastre, mejor convocar elecciones.

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