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Antonio Sempere

El Teleadicto

Antonio Sempere

Luisa Gavasa

ARAGÓN.-Zaragoza.- La Filmoteca programa un ciclo sobre Luisa Gavasa, Premio Simón de Honor 2020

Como saben, en estas elecciones a la presidencia de la Academia de Cine ocurrió algo insólito. Se presentaron cuatro candidaturas. De las tres derrotadas, sentí especialmente la que dejó en el camino a Luisa Gavasa. Verán, este cargo no está remunerado, pero las experiencias que se viven a través de él no se pagan con dinero. Me explico.

Luisa Gavasa, una actriz como la copa de un pino, con sus 71 años cumplidos, que fue conocida por el gran público por la adaptación lorquiana de La novia de su paisana Paula Ortiz, pero que llevaba más de treinta años trabajando ininterrumpidamente sobre los escenarios y en la televisión, habría podido vivir durante los próximos cuatro años, hasta sus 75, a cuerpo de reina, agasajada en numerosos eventos del calendario festivalero.

Hubiera estado muy bien que esa mal llamada secundaria de las series Tristeza de amor (1986), Miguel Servet, Farmacia de guardia, Hermanos de leche, Canguros, El comisario y así hasta treinta, se hubiese paseado como la señora que es por San Sebastián, siendo anfitriona en el acto de entrega del Premio Nacional de Cinematografía a Penélope Cruz. Recorriendo de Málaga a Sevilla, Huelva, Gijón, Sitges, haciendo parada en Medina del Campo, y siendo redescubierta en Zaragoza, que ella sí fue profeta en su tierra, y no hubo compañía teatral ni cortometrajista o cineasta que quisiese contar con su colaboración al que dijese un no.

Existen momentos en la vida en los que después de haber recorrido un largo camino el cuerpo pide parar. Lo que no significa quedarte aparcado en casa. Apetece embarcarse en un proyecto como aquel por el que optó Luisa Gavasa. Que le hubiese llenado su agenda durante cuatro años, siendo la reina del cine español, nada menos.

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