Acaban de terminar unas hogueras que toda la ciudadanía esperaba con mucha ilusión. Sin embargo, las personas que estamos comprometidas con la gestión diaria de la fiesta, hemos podido comprobar los peligros que acechan estas fiestas de hogueras.
Es evidente que tanto la pandemia como la crisis derivada de la situación política internacional está dejando huella en la gestión y desarrollo de nuestras fiestas. La pandemia de coronavirus por el significativo número de bajas en las distintas comisiones, debido a la enfermedad o a la precariedad laboral. La crisis económica por la inflación disparada de costes, la disminución de colaboradores habituales y de los patrocinios.
Este pasado ejercicio ha podido llevarse a cabo gracias al ahorro obtenido en dos años sin plantar monumentos. Asimismo, durante estos dos ejercicios se han aplicado cuotas reducidas a los miembros de las comisiones. A partir del próximo ejercicio las cosas se van a complicar: es imprescindible incrementar el censo tanto en hogueras como en barracas, actualizar las cuotas asociativas para poder adaptarse al incremento de gastos, buscar nuevos patrocinios o, al menos, mantener los actuales, conseguir o incrementar subvenciones.
Para todo ello, es importantísimo que la Federación asuma el liderazgo que le corresponde:
- En cuanto a programación de actos que ilusionen a los miembros de la fiesta además de a la ciudadanía, que les permita presenciarlos e incluso participar en ellos. Habría que recuperar el coso multicolor que ponía fin a las fiestas y que ilusionaba particularmente a los niños y niñas. Habría que modificar la fecha del desfile folclórico internacional, ya que se solapa con la fiesta en los distintos barrios.
- En cuanto a soporte y asesoramiento a pequeñas comisiones que se ven sobrepasadas por la excesiva burocracia a la hora de organizar actos o acceder a subvenciones.
- En cuanto a la búsqueda de patrocinadores, no solo para los actos de la propia Federación, sino también para ponerlos a disposición de las distintas comisiones de hogueras. Y es que la posición institucional que ocupa la Federación le abre posibilidades que no todas las asociaciones de hogueras pueden tener.
- Y, por último, la Federación, como representante de todas las asociaciones de hogueras y barracas, debería conseguir el máximo de subvenciones de las distintas Administraciones Públicas y ponerlas a disposición de las comisiones en función del presupuesto de sus monumentos. No se trata tan solo de conseguir mas dinero, sino de poner a disposición de las comisiones medios materiales que les permitan ahorrar costes: bandas de música, sonido e iluminación en presentaciones, medios de transporte, locales sociales, etc.
Si bien como he dicho, la Federación debe asumir el liderazgo de las reformas necesarias en la fiesta para su supervivencia, es también importante que las distintas juntas directivas de las diferentes asociaciones de hogueras se pongan las pilas para movilizar a sus asociados y a sus distritos. Hay que ilusionar a infantiles, juveniles y adultos con la programación de actividades que supongan un mínimo de gasto e incluso que puedan conseguir alguna recaudación. Es importante que las comisiones de hogueras estén integradas en sus barrios, que mantengan contacto con los vecinos y comerciantes, que se esfuercen en integrar a cualquier persona dispuesta a trabajar para la fiesta. Las pequeñas comisiones limítrofes que plantan sistemáticamente en sexta categoría, podrían plantearse algunas fusiones, tal como han hecho, por ejemplo, la Goteta y Pla del Bon Repos. Sobre todo, hay que dar prioridad absoluta a los monumentos fogueriles para fomentar la buena imagen nacional e internacional de nuestra fiesta de hogueras.
Para todo ello, es urgente organizar el Congreso que prevén los estatutos, y no a principios de 2023, como dice la Federación, sino al inicio del próximo ejercicio, en los meses de septiembre u octubre a mucho tardar. La necesaria renovación y fortalecimiento de nuestras hogueras han iniciarse en este próximo ejercicio, siguiendo los principios de unidad y solidaridad.
