Dado que, a los gestores del tráfico de San Juan, por un oído les entran y por otro les salen mis críticas a la pésima gestión que están realizando del mismo, seguiré sin desaliento alguno insistiendo en ellas, hasta que induzca en los mismos un mínimo de sensatez y respeto a los ciudadanos que usamos la N-332, porque no se yo si incluso podría ser motivo de ponerles una denuncia en el juzgado, habida cuenta del daño tan enorme que están causando con dicha gestión con una irresponsabilidad manifiesta.

El primer disparate que efectúan los gestores del Ayuntamiento de San Juan, es asumir la gestión y el mantenimiento de la carretera quitándoselo a Fomento, cargando los costes que ello lleva consigo sobre los impuestos de sus ciudadanos, cosa que no hubieran hecho ideológicamente, si los mismos los tuvieran que pagar de su bolsillo.

Pero el gran y segundo disparate que han hecho, es llenar la carretera y digo carretera, porque una calle nunca lo podrá ser, de obstáculos en el suelo y semáforos innecesariamente, cuando se dispone de una pasarela y un paso inferior, y ellos mismo pueden constatar que, con unos pasos peatonales adecuadamente señalizado sin semáforos, bastaría para resolver el escasísimo paso transversal de personas, tal y como demuestra el paso peatonal sin semáforo colocado a la salida de la rotonda principal de la carretera, que está funcionando perfectamente.

Los enormes atascos que genera su pésima gestión, están alcanzando unas cotas insufribles de tiempos innecesariamente perdidos , que valorados en euros darían cifras diarias de pérdidas de dinero escandalosas , sin que a ellos se le caiga la cara de vergüenza y lo que es peor, sin que los ciudadanos perciban y sean conscientes del daño que se les están haciendo, soportándolo con un silencio de corderos y sin decir esta boca es mía, lo cual, qué quieren que les diga, que me resulta sorprende, cuando en la actualidad los ciudadanos suelen montar un pollo por quítame allá unas pajas a la mínima de cambio .

A lo anterior, tendríamos que añadir el coste adicional de los litros de gasolina que nos están haciendo gastar en los susodichos atascos, como si el combustible lo estuvieran regalando. Pero no hay problema, porque como parece que no nos importa actuar como esos nuevos ricos de farol, que no tienen un duro y se comportan como si lo tuvieran, tiene que venir y tendrá que seguir viniendo el gobierno a subvencionarlo, y que lo acaben pagando nuestros nietos, habida cuenta del déficit de deuda tan increíble que estamos dejando con el jiji jaja, y ¡viva la Pepa!

Y no nos olvidemos del factor contaminante que se genera en las filas de coches atascados echando al aire la basura que sale de sus motores de combustión, sin que por ello nuestros gestores se amilanen y en los mítines electorales se les llene la boca diciendo que van a tomar medidas para hacer el pueblo más sostenible y menos contaminado, porque para eso son los más ecologistas del mundo mundial.

Y para acabar recordarles las estúpidas isletas y los badenes artificiales que de una manera incoherente e innecesaria han considerado imprescindible colocar en las calles, tras despertarse de una siesta y sentirse inspirados por el Espíritu Santo, para hacernos la puñeta a los ciudadanos de San Juan, que de todo hay en la viña del Señor.