Ya sabíamos lo que estaba provocando esa lotería macabra de que cuatro de cada diez unidades del SAMU salieran a la calle sin médico durante este verano. Era evidente que se trataba de una cuestión de personal. Pero ahora hemos sabido más sobre esas carencias. Hay problemas burocráticos, que impiden que algunos médicos puedan hacer guardias de SAMU aun siendo especialistas de UCI, o que médicos de otras comunidades cercanas y con capacitación para ir en un SAMU pueden trabajar aquí. Pero también carencias estructurales, porque hace dos años que no se convoca el curso que los médicos deben hacer para poder trabajar en emergencias, curso cuyas plazas eran además muy limitadas, con lo que hay numerosos MIR que han acabado su formación y estarían interesados en acceder a este servicio, pero sin formación, no pueden hacerlo.

Pero además de todo eso hay un motivo económico. Cuando un médico hace una hora extra para cubrir una carencia de personal en cualquier departamento cobra 40,25 euros por hora. Sin embargo, si la hace en el SAMU, solo cobra 20, la mitad. Hay que tener en cuenta que los médicos que van en las ambulancias de emergencias son en realidad facultativos que han sido capacitados mediante un curso para poder realizar esas funciones. Pero su número es limitado y siempre hay que tirar de una lista en la que se apuntan los que están capacitados y, lógicamente, quieren hacerlo. La motivación con esas diferencias de retribución no debe ser precisamente muy alta. Mientras se resuelve una madeja que, hay que admitirlo, es complicada porque hablamos de problemas que vienen de muy atrás, la Conselleria ha admitido al menos no utilizar médicos de los centros de salud para suplir la falta de especialistas de emergencias. Algo es algo.

El entrenador del Club Atletismo Alicante muestra el estado de las pistas del Tossal. JOSE NAVARRO

Y una cosa más:

Dice el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Alicante, José Luis Berenguer, que él tiene una actuación, no dice dónde la tiene, para arreglar el desastre de las pistas de atletismo del Tossal y del resto del estadio, “pero que los tiempos no los marcamos nosotros”. Claro. Los tiempos los marca el reloj. El mismo reloj que desde hace tres años marca los avisos de la Federación Española de Atletismo.

El mismo reloj que ha marcado, al final, que Alicante tenga que pasar por la humillación de que a esta pista le hayan retirado su homologación para celebrar pruebas nacionales, porque aún no ha sido inventado el deporte que pueda ser practicado en el patatal en el que el abandono ha convertido estas instalaciones. Entrenar ahí es peligroso, como admite Sergio Berbegal, el preparador del Club Atletismo Alicante. Si Berenguer no marca los tiempos del arreglo de una instalación deportiva que depende de su concejalía, ¿para qué sirve él como concejal?

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