Siempre fue mentira que las excepciones confirmaran la regla. La ubicación en Alicante de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital es una buena prueba de ello. La única conselleria que tiene su sede fuera de València es una excepción que necesita afrontar retos que se salen de la norma del resto del Consell. Necesita demostrar que no es una exótica rareza en el conjunto, necesita demostrar que estar en Alicante no le merma su rol en toda la Comunidad (las que están en València no tienen que demostrar nada a la inversa: efectos secundarios de la centralidad) pero al mismo tiempo necesita mantener y reforzar ese espíritu de excepción con el que fue creada: Ximo Puig la ubicó aquí porque quería que Alicante fuera el centro de la innovación y la investigación en la Comunidad y era el mejor mensaje que podía mandar de ese objetivo.

Tras el relevo de Carolina Pascual, consellera académicamente intachable pero políticamente discutible, la nueva titular ha demostrado ya en cien días entender de otra manera cuáles son los objetivos estratégicos de Innovación, en Alicante y en el resto de la Comunidad. Josefina Bueno los resumió ayer a INFORMACIÓN con una frase que dice más de lo que pudiera parecer: “Ha costado mucho traer innovación a Alicante y no se debe dar un paso atrás”.  Tiene razón: la Conselleria debe ir más allá, crecer y expandirse, ser un arma de vertebración inversa que haga Comunidad desde la periferia hacia el centro, algo en lo que también debe ser una arriesgada excepción.

No es un secreto que, más allá de la ubicación territorial, la esencia alicantina de esta Conselleria crea reticencias y deseos de someter con la fuerza centrípeta del poder valenciano los intentos descentralizadores. Y, sin embargo, ahora es cuando se está viendo cuán diferente puede ser a veces la aplicación del doble criterio de eficiencia y eficacia cuando se ve con otra perspectiva territorial. Por eso hay que seguir sin un solo paso atrás, como dice la consellera. Pero fortaleciendo Innovación, no desgajando áreas o creando conceptos que minen el perímetro político y de gestión de la Conselleria. En ese sentido, Josefina Bueno tiene un gran reto que, lejos de eludir, ha abordado desde el primer momento sin paños calientes. Es el caso de la Agencia Valenciana de Innovación. Y ahí está la gran prueba del algodón: hasta que no surgió la Conselleria de Innovación en Alicante no se entendió que tal desequilibrio territorial en la gestión de la AVI, que era patente desde hace años, podía existir. Por eso descentralizar es siempre eficaz.

Y una cosa más:

En este caso, hablando de la Dama de Elche, puedo retomar el argumento con el que acababa el anterior bloque. Descentralizar es eficaz y muy justo, a veces. Valga este pie para comentar que Elche celebra con el sentimiento que solo se puede tener por lo tuyo, por algo que forma parte inseparable de la historia de tu ciudad e incluso, para muchos, de tus recuerdos personales, el cumpleaños de su Dama. Cumpleaños es porque hace 125 años que este emblema de Elche volvió a la luz para integrarse como parte inseparable de la identidad ilicitana. Una historia desgraciada rompió ese vínculo y sacó a la Dama de su entorno natural. En Madrid no pueden entender que su belleza es algo más que patrimonio arqueológico. Sería como intentar que el “2 de mayo”, que tanto representa para los madrileños, fuera algo más que una simple efeméride histórico-patriótica, que es lo que es para quienes no somos de la capital de España. Ese 125 aniversario debe ser reivindicativo. Porque la Dama debe volver, pero para quedarse. Nos vemos hoy a las 10,30 de la mañana en la Glorieta de Elche para asistir a la presentación de la Exposición conmemorativa del 125 aniversario del hallazgo que organiza INFORMACIÓN. #Elchedeladama

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