Tanto en voto directo en la encuesta (en porcentaje sobre censo) el Partido Popular (24,9 %) sobrepasa al Partido Socialista Obrero Español (21,1 %). También en la estimación de voto según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en porcentaje sobre el voto válido, el PP sería el partido más votado con un 30,1% frente al 28,2 del PSOE. Esta es la novedad del barómetro de julio del CIS publicado el pasado día 19. Es lo que la prensa ha llamado el “efecto Feijoo”. Las entrevistas del CIS se pasaron del 1 al 12 de julio y el margen de error es +/-1,6 % con un 95’5% de fiabilidad, es decir, los parámetros con los que suele trabajar el Centro en los barómetros mensuales.

Sin duda es un dato importante, el más relevante del Barómetro de julio. Por primera vez en años, según el barómetro del CIS, el PP sería el partido más votado si ahora se celebraran elecciones generales. Los sondeos que se publicaron antes y los que se están publicando después del barómetro del CIS, repiten los mismos datos con similares o distintas interpretaciones. Si comparamos los resultados en julio del año pasado el PP tenía una estimación del 23,4 y el PSOE un 28,6. Para entender lo que está pasando, o lo que algunos llaman “efecto Feijoo”, conviene ver la estimación por bloques ideológicos: la derecha (PP, Vox y Ciudadanos) suman un 43,8% en estimación de voto; mientras que la izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País/Compromís) sumaría un 43,5%. Esto es un empate total. Si comparamos solo PP- Vox con PSOE- Unidas Podemos la mayoría sigue siendo de la derecha y tan solo por 5 décimas. De nuevo un empate técnico. Comparando con los los resultados de hace un año la derecha sumaba un 42,5 y la izquierda un 42,9%. es decir, una situación similar.

En mi opinión lo que ha cambiado es el efecto catalizador de Núñez Feijoo a la cabeza del Partido Popular por la capacidad para aglutinar a los votantes de la derecha, especialmente a los de C’s que disminuye de un 5,5% al 1,7; pero, y esto es más importante, también Vox reduce su estimación de voto del 13,6 al 12. No solo en la estimación de voto del CIS, también en la intención directa de voto manifestada en la encuesta. La autodefinición de los ciudadanos en la escala izquierda- derecha (de 1 a 10) la media está más centrada ha pasado de 4’60 en los años anteriores a 4’83 y 4’88 en los sondeos de julio y el del Estado de la Nación. El liderazgo más centrado de Feijoo resta votos a Vox, y podría restarlos al PSOE, especialmente si este se inclina más a la izquierda.

En la división de coaliciones izquierda-derecha quedan fuera: Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), EH- Bildu, Bloque Nacionalista Galego (BNG), Junts pel Cat (J x Cat), la Candidatura de Unidad Popular (CUP), Navarra Plus la coalición integrada por el PP de Navarra y C’s (Na+), Coalición Canaria (CCa-NC), el Partido Regionalista Cántabro (PRC), y Teruel Existe. Estos son los grupos que tienen representación en las Cortes y que podrán inclinar la balanza del gobierno a izquierda o derecha. Todos estos grupos son nacionalistas o regionalistas. Los más numerosos son vascos y catalanes. Conviene recordar que ni en el País Vasco, ni en Cataluña, el Partido Popular obtiene un solo diputado. En esas condiciones para vascos y catalanes pactar con el Partido Popular tendría, sin duda, un gran coste electoral. Es difícil de imaginar un gobierno de España que no tenga representación en dos de las nacionalidades históricas. El sistema d´Hont primará más al PP en número de diputados, pero me parece insuficiente para que la derecha pueda gobernar.

En conclusión, el Partido Popular crece en estimación de voto en las generales. El “efecto Feijoo” ha sido capitalizar los votos de la derecha; pero crece a costa de sus aliados. Se mantiene el empate técnico entre PSOE y PP y aunque la proporción de votos que obtienen es más alta, es porque reducen la abstención y el no sabe/no contesta. Hay menos indecisos. El PP crece, la derecha se estanca y la izquierda también. La última palabra la siguen teniendo los partidos nacionalistas y regionalistas.