Lo natural es pedirle cuentas al Gobierno, aunque estando ya Feijóo para qué. Él mismo avanzó que la coalición anda «en crisis» y «en descomposición» y que «el futuro del señor Sánchez es muy corto». No es por nada, pero dar por muerto a alguien que al nacer le dijeron a la madre ha tenido un superviviente nato no sé yo si... Es verdad que el viento sopla a favor de las meigas y que estas han tomado el cis. Ahora bien ni el guarda mayor de la Moncloa le ha rebanado por eso el cuello a Tezanos ni el sucesor de Casado lo ha pedido. Mira por donde es hacia el único que ahora se muestra condescendencia.

   Sí, porque el extracto de su alocución en el último sanedrín no deja lugar a dudas: «El de España es un Gobierno suflé, el peor posible, que actúa con frivolidad y soberbia, débil, sectario e irresponsable, que miente a sabiendas, con un presidente que no siente lealtad a nadie y hay un clamor que pide su caída», para a renglón seguido reclamar la política «sin insultos». Es importante saberlo porque podría llevar a la confusión. Para el templado Enric Juliana, «la reciente ceremonia de entronización del sultán Juanma I nos habla de la época. Las formas del poder siempre se expanden cuando no hallan resistencia. Personalismos a tope». Hombre es que el nuevo jeque de Cultura en el sultanato dejó escrito sobre la gala de los Goya que cada año había que aguantar a una «cuadrilla de ingratos en la infumable pantomima del cine español» y teniendo en cuenta que Sevilla albergará la próxima edición hay que reconocer que lo del moderado Moreno Bonilla a la hora de celebrar la mayoría absoluta es de galardón.

   Disculpen que lo bose: he soñado que Eta quería asesinarme. No ha sido el calor, sino Cuca. Al despertar Rosalía con su «Despechá» ha salido al quite: «Bajé con un flow nuevo e caja, baby, hackeá/Mmm, voy a 180 porque soy una racineta, ey, ey». Qué descanso no entender lo que dice.