La semana pasada, el Diario Información publicaba que la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Transición Ecológica, había concedido una subvención de 3,6 millones de euros con cargo a los fondos europeos Next Generation a Orihuela para la restauración de ecosistemas fluviales y la reducción de riesgos de inundación en los entornos urbanos, en referencia al río Segura a su paso por dicha ciudad y en el que, entre otras actuaciones, se trataría de restaurar 10,4 kilómetros de bosques de ribera, plantar 53.630 árboles nuevos y 122.892 plantas herbáceas. Se trataría, en definitiva, de un proyecto para mejorar la renaturalización del río en dicho municipio.

¿Elx, capital verde europea con un río de hormigón?

Esta propuesta aprobada nos recuerda que hace unos meses, en Elx, hubo una iniciativa similar en referencia al río Vinalopó. Desde Ecologistas en Acción y con el trabajo de su colectivo local, el Margalló d’Elx, se planteó públicamente que el Ayuntamiento, siguiendo las recomendaciones que desde el Ministerio, en coordinación con directivas europeas sobre Medio Ambiente se hacían para que desde las entidades locales se plantearan iniciativas para renaturalizar espacios naturales degradados y estudiar la viabilidad de su recuperación para mejorar la calidad ambiental, aumentar el disfrute ciudadano y contribuir a la lucha contra el cambio climático, para lo que habían fondos para subvencionar dichas propuestas, (que es lo que ha pasado en Orihuela). Aquí, en nuestra ciudad dicho mensaje fue recogido por Compromís y planteado al PSOE en el Ayuntamiento para que dicha iniciativa pudiera formalmente presentarse a dicha convocatoria.

Recordemos que, en síntesis, la propuesta consistía en que se estudiara, con una ayuda estatal de casi 2 millones de euros, la posibilidad de que el hormigonado actual del río se sustituyera, devolviendo este a su estado natural anterior al mismo, con lo que el actual cauce de cemento se pudiera transformar, al igual que se está haciendo en otras ciudades, en un espacio más natural, un verdadero pulmón verde en la ciudad.

Esto, que tampoco estaba en el acuerdo de gobierno (más bien todo lo contrario), sí recibe el apoyo de PSOE y Compromís en un acto de transformismo político decepcionante.

Es sabido que el grupo socialista se negó a apoyar dicha propuesta. Las razones expresadas por el alcalde Carlos González, fueron curiosas: Por un lado expresa dudas sobre el impacto que, en la ladera, tendría la actuación en caso de avenidas importantes de agua. Precisamente para resolver esas dudas se haría el informe técnico previo por parte del Ministerio. También decía que ese tema no estaba en el acuerdo de gobierno municipal de 2019 y por eso no se podía admitir. Curiosamente tampoco estaba en ese acuerdo que las Clarisas se privatizarían, como sigue siendo su intención, ni mucho menos que, precisamente en la ladera del río, en vez de recuperar la zona verde que allí había, se iba a permitir que lo que se calificó de ilegalidad urbanística, en forma de mercado provisional, se transformaría en un nuevo y mayor Mercado Central definitivo, con dos plantas y ocho metros de altura con un impacto demoledor en la zona. Esto, que tampoco estaba en el acuerdo de gobierno (más bien todo lo contrario), sí recibe el apoyo de PSOE y Compromís en un acto de transformismo político decepcionante.

Y, mientras tanto, el río seguirá hormigonado. Mucho pedir capitalidad verde europea pero hasta cierto punto, dirán algunos. Es triste comprobar que en Orihuela, con el Ayuntamiento de derechas que había, se solicite renaturalizar el río y el Gobierno del Estado apoye con fondos públicos dicha idea y, en Elx, haya sido imposible ni siquiera pedirlo. Si a la situación en que se encuentran los huertos de palmeras; alguno de nuestros parques naturales; el Pantano; etc. le unimos la preferencia municipal por seguir teniendo un río transformado en una acequia encajonada entre hormigón en pleno centro de la ciudad, será más que un milagro que Elx pueda ser referente en estos temas, y es una lástima para ahora y el futuro.