La gran mayoría de la población joven tiene restringidos demasiados derechos. Derecho al trabajo, gran parte por falta de experiencia previa; la eterna pescadilla que se muerde la cola, derecho a la vivienda debido a la ausencia de un trabajo lo suficientemente remunerado que permita poder emanciparse, derecho a crear su propia vida, saliendo así del hogar familiar sin tener que esperar a tener más de 30 años y una nómina "dos mil eurista" e incluso el derecho a poder crear una familia.

La juventud se siente impotente, se crea una burbuja de marginación y dependencia que es imposible de atravesar para poder participar activamente en la construcción de la sociedad.

Sin embargo, es la misma juventud la que se se rebela contra la lenta destrucción del planeta, siendo pioneros en la lucha por el cambio climático, apostando por el voluntariado y la participación en cientos de ONG, es el arma que tiene para hacer de este una sociedad mejor.

A su vez, es la misma la sociedad la que no es capaz de canalizar este inmenso potencial que tiene justo delante. Dedicándose a posponer siempre la visión joven, ya que se da por supuesto que es demasiado precoz, esperando a que esa manera de pensar y actuar madure. Dejando de ser supuestamente inexperta, cuando en realidad, no lo es. La sociedad joven tiene mucha información a su disposición, con seguridad la que más información ha tenido al alcance de su mano en toda la historia, esto viene acompañado de muchos medios con lo que poder contrastarla.

Esta generación de jóvenes ha demostrado la gran capacidad de respuesta que tiene ante la problemática actual y se ha sabido anteponer a ella, crisis tras crisis y bache tras bache. Ha demostrado que en esta etapa se tiene que filtrar y contrastar toda la información que llega, haciendo uso de ella y ofreciendo un punto de vista con mucha mayor amplitud y profundidad que la que sus madres, padres, abuelas y abuelos podían dar.

Ya no hay que hablar del día de mañana, hay que hablar de hoy, porque se debe y se tiene que recordar que la juventud no es futuro, es presente.

Hoy es un día para reflexionar. Reflexionar sobre las carencias y a la vez, los impulsos positivos de los jóvenes, los que están: cada vez más informados, cada vez mejor preparados y cada vez con menos oportunidades.