“¡Señoooooras y señores, niños y niñas, el circo ya está aquí! Como todos los septiembres desde hace ya mucho tiempo, el gran Circo de la Educación Valenciana ha llegado a sus pedanías, pueblos y ciudades. Para esta nueva temporada, este nuevo curso, traemos grandes espectáculos, como siempre, que no dejarán a nadie indiferente. En nuestros recintos permanentes, escuelas e institutos y en función matutina, prometemos risas, lágrimas, sorpresas, suspense y malabares imposibles. Artistas, funambulistas, tragasables, domadores de peligrosas fieras, titiriteros y payasos despertarán en nuestros visitantes sonrisas, lágrimas y sentimientos desconocidos para muchos. Para este año prometemos un gran espectáculo que jamás podrán olvidar. Pasen y vean”

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, el pasado miércoles 17 de agosto, dictaminó la suspensión cautelar del artículo 11.3 del Decreto de 5 de agosto del Consell. Así deja sin efecto la agrupación obligatoria de asignaturas por ámbitos de conocimiento para el primer curso de la ESO. El tribunal viene a decir que: “Son los centros quienes deciden en votación imponer esos ámbitos y que, en caso de que dicha votación salga favorable, debe tener el profesorado para poder impartirlos. No basta con tener docentes que voluntariamente quieran impartirlos. Los voluntarios tienen que ser suficientes para poder dar las materias que se agrupan en ámbitos en todo primero de ESO.” La justicia ha dictado esta medida cautelar de urgencia, primero por el inminente inicio del curso y, en segundo lugar, si la sentencia fuese estimatoria, para evitar los perjuicios derivados como son por un lado, el derecho del alumnado a recibir una educación de calidad, y por otro, el derecho de los profesores a impartir materias de las que son especialistas.

La reacción del Secretario Autonómico de Educación de la Comunidad Valenciana, Miguel Soler, defensor a ultranza de los ámbitos, no se hizo esperar. Así una semana después del dictamen de la Justicia, se reunió de urgencia con los sindicatos que forman parte de la mesa sectorial para “informar” en un discurso que supuraba coacción, intimidación y con cierto tono amenazador, de qué consecuencias puede tener esta decisión de la justicia. Miguel Soler vino a decir que, si los IES deciden en votación la no aplicación de los ámbitos traería consecuencias y desgranó unas cuantas, a saber: Se perderían 516 docentes que se asignaron como codocentes. La duda de que el curso pueda comenzar el 12 de septiembre por falta de horarios. Se tendrán que volver a adjudicar las comisiones de servicios, los desplazamientos y las adjudicaciones provisionales de todos los docentes, titulares e interinos. Esto se traduce en que podrían pasar varios meses hasta que los institutos puedan tener las plantillas al completo.

¡Manda pantalones! De nuevo el autoritarismo y las malas prácticas del Consell de Educación Valenciano recaen sobre los hombros y la conciencia del profesorado y los equipos directivos. Si los claustros votan que sí a los ámbitos, seremos cómplices de un delito por el incumplimiento de lo que dicta la Justicia. Y sobre nuestra conciencia recaerá el peso de negarles a nuestro alumnado una buena calidad de la enseñanza, aparte de obligar a compañeros a tratar de impartir una asignatura que no dominan ni tienen el porqué. Si por otro lado, los claustros deciden no impartir los ámbitos en sus centros, seremos responsables de todos los desaguisados y los desastres del inicio de curso. Y ya, si el curso no puede arrancar en su fecha prevista, el clamor en la calle de padres y familiares será ensordecedor: “- Vamos, los maestros, qué poca vergüenza, después de tres meses de vacaciones, y ahora van y no empiezan a trabajar aún. ¿Les parecerán pocas las vacaciones que han disfrutado? A esos les descontaba el sueldo de los días que no vayan a trabajar -”. A todo esto, también hay que añadir que seremos los culpables de mandar al paro a 516 compañeros y compañeras.

Y, aunque a esta altura del calendario los institutos no han recibido instrucciones de qué hacer con los ámbitos, mucho me temo que el señor Soler, como siempre, tiene “un as en la manga”. Sabiendo que la mayoría de las AMPAS son defensoras de los ámbitos, seguramente las decisiones de los claustros tendrán que obtener el visto bueno de los Consejos Escolares. Y esto, créanme, me genera preocupación. Vaya por delante que soy un creyente, fiel, devoto y practicante de los consejos escolares. Los consejeros no docentes debemos ser informados de las metodologías a seguir, de resultados académicos y económicos de los centros. Las aportaciones de los padres, personal no docente y representantes municipales, son valiosísimas para el buen funcionamiento del centro y por tanto favorece la labor educativa de los docentes. Otra cosa es que tengan que tomar decisiones sobre algo que desconocen, en el caso que nos ocupa, ámbitos sí o ámbitos no.

Mi padre solía decir “Zapatero a tus zapatos”. Yo quiero que a mi hijo lo opere un médico cirujano especialista, quiero que mi casa la diseñe un arquitecto, que mi coche lo revise un técnico en automoción. Lo mismo quiero para la educación de mis retoños, que la lleven a cabo los especialistas, en este caso, pese a quien pese, Maestros y Profesores. Pero como todos podemos comprobar año tras año, de nuestra profesión todo el mundo sabe mucho, algunos más que el propio docente. Este descrédito de la profesión educativa en los últimos años sigue creciendo exponencialmente, espoleado tanto por nuestros máximos representantes en educación como por otros no tan alejados de las aulas. Ya a nadie extraña, incluso algunos lo justifican, que la profesión docente es probablemente ahora mismo la más odiada de nuestro país o, al menos, una de ellas.