En momentos como los que estamos viviendo actualmente, con una problemática diaria permanente y variada en la que vemos las noticias diarias, el repertorio de las que tienen un componente claramente negativo se repite con frecuencia inusitada. Pues bien, en este escenario tiene una gran importancia cuál es la capacidad de la mente de cada uno de nosotros para poder hacer frente a una situación psicológicamente muy complicada. Mucho.

La forma de afrontar las situaciones ante la vida tiene un factor referencial muy importante en la perspectiva con la que nos enfrentemos a todo lo que está ocurriendo y con la fortaleza necesaria mental para que la situación pueda ser asumida de una manera “soportable” y con el objetivo siempre de salir adelante.

Recordemos que no es la primera vez que afrontamos una grave crisis, ya que estas situaciones se han repetido a lo largo del tiempo, y unas más graves que otras. Quizás las personas más jóvenes no conozcan periodos anteriores en los que nos hemos enfrentado a situaciones muy graves de las que siempre hemos podido salir a base de esfuerzo, disciplina, y constancia para ser capaces, primero, de soportar lo grave que es una crisis económica, pero poniendo los medios y remedios necesarios para salir cuanto antes de toda esta situación. El problema, sin embargo, es que muchas de las razones que provocan este tipo de crisis son externas dependiendo su solución de algo que no está en nuestras manos, no obstante, lo cual, ello no impide que la actitud con la que se afronta todo esto se debe llevar a cabo con una fuerza mental suficiente para ser capaces de hacer frente a todo lo negativo que comporta el presente escenario.

En este tipo de situaciones el poder de la mente de cada uno ejerce una capacidad de influencia fundamental a la hora de que cada persona pueda estar posicionada ahora de la mejor manera posible. Porque si las noticias negativas influyen psicológicamente de forma que paralizan la actitud y actividad de las personas se produce un retraimiento a la hora de resolver la presente situación.

Es cierto que la psicología, hoy en día, ejerce una influencia fundamental en la sociedad y la situación en la que vivimos, porque nuestra mente y su debilidad, o fortaleza, se ha convertido en un factor clave a la hora de dinamizar la capacidad de resolver situaciones negativas, o de paralizarlas si la pasividad y el aquietamiento a todo lo negativo que está ocurriendo se apodera de la sociedad y de las personas individualmente.

En todo este contexto las personas con mayor fortaleza mental y que han trabajado de forma correcta el campo de la disciplina, de la fuerza de voluntad y son capaces de gestionar los problemas con decisión, positividad y con ganas y carácter de salir adelante tiene más posibilidades de resolver antes los problemas que están surgiendo que aquellos que ejercen la indisciplina, la rebeldía, se oponen al cumplimiento de las normas establecidas y que simplemente se limitan a esperar que pase el tiempo sin aportar absolutamente nada y cuestionar o criticar todas las propuestas o alternativas que se ponen encima de la mesa para tratar de salir de la crisis.

La mente puede ser algo desconocido, aunque se incide en la investigación para conocer cómo funciona el cerebro, pero lo que está claro es que cada uno de nosotros puede ejercer con su actitud una influencia decisiva para que la mente nos ayude a la hora de afrontar todo este tipo de situaciones negativas. Y esta puede ser más o menos receptiva a los influjos que le damos para que nos ayude. Pero si la forma con la que afrontamos todo esto es de pasividad y negación difícilmente podremos pedir a la mente de cada uno de nosotros que actúe en favor nuestro cuando nuestra disposición no es la que debía ser en este tipo de situaciones de crisis

De esta manera quien ejercita y pone en práctica actitudes positivas y desarrolla su fortaleza mental estará en mejor disposición de afrontar situaciones de crisis colectivas y personales que quien enfoca cualquier situación desde la negatividad y pasividad en la búsqueda de soluciones esperando que otros lo hagan o que otros lo resuelvan. Nuestra mente actúa tal cual la misma comprueba cuál es nuestra actitud. Pueden existir mentes más o menos privilegiadas, pero somos nosotros quienes la fomentamos en sus aspectos positivos en tanto en cuanto nuestra actitud sea también positiva. Y solo quienes estén en disposición de ser disciplinados, con voluntad de esforzarse cada día, innovadores y con espíritu de sacrificio ayudarán a que se salga antes de la crisis. Y, al fin y al cabo, dentro de lo que cabe, la mente es como la musculatura del cuerpo. Cuanto más la entrenamos… mejor nos va a responder.