El Partido Popular ha suspendido las negociaciones para el nombramiento de los miembros del Consejo General del Poder Judicial porque el gobierno pretende rebajar las penas del delito de sedición, que afectaría a los independentistas de ERC que están huidos de la justicia.

En España el concepto de sedición es amplísimo y prácticamente no tiene parangón en toda Europa, es un delito contra el orden público, (no contra la Constitución que es la rebelión o alzamiento violento contra el orden constitucional), y lo cometen los que se alzan pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las leyes o el cumplimiento de acuerdos administrativos o judiciales. Por ejemplo, impedir tumultuariamente que las fuerzas públicas realicen un desahucio de vivienda. Las penas son terribles: a los meros participantes de 4 a 8 años de prisión y la inhabilitación especial para cargo empleo público por el mismo tiempo; y si son dirigentes serán castigados con la pena de prisión de 8 a 10 años, incluso de 10 a 15 si estuviera constituido en autoridad, y además inhabilitación absoluta. Ningún país europeo que establece estas penas. Veamos:

Alemania en los delitos contra el orden público, la condena puede ser resuelta con una multa o tres años de prisión si es una perturbación del orden público con violencia, y si es un amotinamiento con violencia y amenazas la pena es de tres meses a cinco años. En Francia, normas semejantes sería delito de atentado en grupo, con pena de prisión de tres años. El Código Penal italiano señala el “delito de instigación a desobedecer la ley, en el que se castiga a cualquiera que instigue públicamente a la desobediencia de las leyes de orden público”. Este tendría una pena de entre seis meses a cinco años de prisión. Bélgica considera delito de sedición a “cualquier ataque o resistencia con violencia o amenaza hacia funcionarios públicos en el cumplimiento de sus funciones”, y condena con penas de hasta 10 años en el caso de utilización de armas, y en el supuesto de no utilizarlas tendrá una pena de uno a cinco años. Por último, Portugal regula las coacciones y perturbación de órganos constitucionales. En el primer caso y dependiendo del órgano coaccionado la pena es de 1 a 8 años de prisión. En el segundo, de 6 meses a tres años.

Siendo esto así ¿por qué algunos voceros juristas, y especialmente la derecha, dicen que algunos países de Europa penalizan la sedición tanto o más que en España? Porque incluyen la rebelión, que es el alzamiento armado por fuerzas militares o paramilitares para cambiar el régimen constitucional, o vulgarmente un golpe de Estado. Así en Alemania se castiga la traición y alta traición de aquellos que atentan contra la unidad de la nación, aún sin levantamiento armado.

En el conocido “juicio del procés”, dijo el Tribunal Supremo que se daban los requisitos exigidos para el delito de sedición por existir un levantamiento colectivo y hostil, levantamiento multitudinario, generalizado y en actitud de abierta oposición, para impedir el cumplimiento de las leyes. El TS da entrada a conductas intimidatorias, de fuerza en las cosas, y también a las vías de hecho, considerando que también las integran las conductas de resistencia colectiva pasiva y no violenta, por lo cual ha sido severamente criticada esta postura por catedráticos tan eminentes como José PAREDES, Josep QUERALT y Javier BOIX.

En nuestro sistema penal no existe el delito de atentar contra la unidad de la nación sin alzamiento armado o violento. Por todo ello se impone una modificación total del delito de sedición que está encuadrado dentro de delitos contra el orden público y de establecer, según exista o no fuerza o violencia en las personas, penas desde una multa hasta un máximo de dos o tres años. Y a su vez, e independientemente, se debería establecer el delito de atentar contra la unidad de España o declaración unilateral de independencia de alguno de sus territorios, castigado con penas muy graves, ya que los golpes de estado, hoy día pueden ser incruentos, y la unidad de la nación debe defenderse.