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El ojo crítico

Fernando Ull Barbat

El desguace

El desguaceEP

Hay que reconocer a Isabel Díaz Ayuso el talento que tiene para tratar de desviar la atención de la ciudadanía sobre algún problema sin inmutarse lo más mínimo. No me refiero a que lo consiga, ya que sus argumentos suelen provocar la hilaridad y la carcajada, sino que tiene una capacidad innata para decir o leer lo que le han escrito con total desparpajo a pesar de que sean auténticos despropósitos que sólo convencen a la derecha más radical que a día de hoy se encuentra principalmente en Madrid.

La reciente manifestación masiva de Madrid en defensa de la sanidad pública debe interpretarse como un grito de auxilio del personal sanitario de la Comunidad de Madrid que ya no sabe qué hacer ante el acoso y el boicot que el Partido Popular de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza en la actual legislatura, lleva realizando contra la sanidad pública madrileña desde que se hizo con el poder hace casi 30 años. Que a alguien se le ocurra abrir centros de atención continuada sin médicos y que la solución a ello sea que médicos que se encuentran en otros centros atiendan a los pacientes de los primeros por videoconferencia, haciendo un alto, por tanto, en su consulta presencial, no sólo es una idea ridícula contraria a todos los principios básicos de la medicina. Es, sobre todo, una manera de reírse del personal sanitario y de la ciudadanía. Como si Díaz Ayuso estuviese diciendo sin ambages que piensa hacer lo que le da la gana porque para eso le han votado. Y al que no le guste que se eche a la carretera y que se largue.

Por supuesto, no hace falta recordar al lector que la culpa de la huelga de médicos madrileños la tiene Pedro Sánchez y su Gobierno en fraude de ley de rojos, bilduetarras y bolivarianos. Lo primero que hizo Díaz Ayuso tras el éxito de la manifestación es recordar que ETA sigue viva gracias al PSOE y que Pedro Sánchez quiere implantar en España una dictadura como en Nicaragua. Menos mal que en España hay mentes privilegiadas como la de la presidenta madrileña que van a poner a buen resguardo la libertad y la democracia.

El supuesto causante de la ausencia de médicos a los que poder contratar que el Partido Popular de Madrid esgrime como causa del desastre de la sanidad madrileña es, cómo no, responsabilidad también del Gobierno de España. El motivo exacto me da mucha pereza tratar de adivinarlo. Para ello tendría que escuchar y leer declaraciones de Díaz Ayuso y de su servil consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y me niego a ello. La vida es corta para perder el tiempo. Sin embargo los médicos madrileños llevan largo tiempo quejándose de los contratos basura de una semana o incluso de un día en ocasiones que deben encadenar si quieren vivir en la comunidad madrileña. Lógicamente en cuanto pueden obtener una mínima estabilidad laboral ya sea en España o en el extranjero hacen las maletas y salen disparados. A ello hay que sumar turnos imposibles que parecen hechos para terminar con la capacidad de asumir malas condiciones laborales por parte de los médicos. Y si faltaba poco el PP de Madrid ha tenido la maravillosa idea de obligar a los médicos a atender a más pacientes de los que ya tienen y además hacerlo por webcam. No es difícil adivinar la cantidad de posibles errores que pueden ocurrir y las enfermedades que pueden pasar desapercibidas a través de una pantalla.

¿Qué pretende el Partido Popular de Madrid con esta nueva vuelta de tuerca en el desguace de la sanidad pública? A veces la mejor respuesta es la más sencilla. La intención del PP madrileño, laboratorio del ideario ultraliberal en España, es terminar con un sistema de salud que tiene como base la igualdad de oportunidades. Con las graves irregularidades que Díaz Ayuso está llevando a cabo en la sanidad su objetivo es implantar el sistema clasista que pretende generalizar en la sociedad. Y dado que su objetivo número uno es llegar a ser presidenta del Gobierno ya está avisando de lo que hará cuando lo consiga. Si hasta ahora, y a pesar de los recortes brutales de plantilla y los contratos basura, el PP madrileño no ha terminado de destrozar la sanidad ha sido por el empeño del personal sanitario en ofrecer un servicio público de la mejor calidad posible y para todos. Y eso es lo que no entiende Díaz Ayuso: que lo que mueve a los médicos es hacer el bien y no en la cuenta de resultados ni en un balance contable. Para la sanidad privada el paciente es un cliente y la salud un negocio. Sin embargo, para el sistema de salud público que se implantó en España en los años 80 con la Ley General de Sanidad, gracias al PSOE, la sanidad es uno de los dos pilares básicos, junto a la educación y a los impuestos, imprescindibles para crear una sociedad de personas libres e iguales.

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