En pocas palabras

Una hora menos… en València

Pasajeros dirigiéndose al vestíbulo de la estación Alicante-Término tras llegar en un AVE desde Madrid

Pasajeros dirigiéndose al vestíbulo de la estación Alicante-Término tras llegar en un AVE desde Madrid / Rafa Arjones

Antonio Sempere

Antonio Sempere

El AVE de los valencianos les permite plantarse en hora y media justa en Atocha. ¡Igual que el de Alicante! Tiempo tuvimos. Pasaron décadas desde que se planificó el trazado hasta que concluyeron las obras para ver la que nos venía encima. Pero todos los que tenían vela en ese entierro callaron.

El resultado lo estamos pagando muy caro. Antes de implantar la alta velocidad, Alicante y València distaban de Atocha exactamente la misma distancia e idénticos minutos: dos trenes que saliesen a la vez desde ambas capitales (se llamasen Alvia o Alaris) llegaban a Atocha a la vez. Con el AVE el trazado de Alicante a Madrid se incrementó en 100 kilómetros, haciendo un rodeo por Cuenca, en lugar de seguir en línea recta de Albacete a Alcázar de San Juan y Aranjuez. ¡Y eso que Alicante fue la primera ciudad costera de España con conexión ferroviaria desde Madrid! Pero como en tantas ocasiones, fue mancillada a la vista de todos.

Desde que se implantó la alta velocidad, València está a hora y media de Madrid. A una hora menos que desde Alicante. El agravio comparativo es incomprensible. Pero es que una década después nos llegó la noticia de que los trenes alicantinos no tendrían parada en Atocha (donde sí acaban los valencianos), sino en Chamartín, incrementando veinte minutos más su trayecto. De locos.

Concluyendo, los valencianos pueden ir y venir de Madrid el mismo día en tres horas justas; a todas las horas del día, y en ‘low cost’ por sólo 9 euros. Viajar de Madrid a Alicante sobrepasa las dos horas y media hasta llegar a paso de tortuga a Chamartín. El billete de ida y vuelta supera los cien euros. Saquen sus conclusiones.