Nos polarizan ellos

Irene Montero coincide con jueces y fiscales tras sus polémicas declaraciones sobre la ley del solo sí es sí.

Irene Montero coincide con jueces y fiscales tras sus polémicas declaraciones sobre la ley del solo sí es sí. / EFE

Diego Carrasco López

El pasado día 2 de diciembre el rey Felipe VI advirtió, en su discurso en Georgetown (EEUU), sobre los riesgos de la polarización en occidente, y pidió crear sistemas económicos que generen más igualdad y justicia social. Creo que tiene razón. No hace mucho asistí a una mesa de debate sobre la incidencia de las mascletás en la escultura de Bañuls, en la plaza de los Luceros, de Alicante. Me llamó poderosamente la atención que defendieran posiciones enfrentadas dos técnicos tan cualificados en construcción como don Manuel Ayus y don Florentino Regalado. No llegaron a un punto común de consenso; no pudo ser. Se debatía sobre las micro fisuras en el monumento por las ondas del sonido.

El Diario.es publicó el día 4-12-2022, un artículo de José Antonio Martín Pallín sobre la polémica suscitada en la aplicación de la ley del solo sí es sí, del gobierno de Pedro Sánchez, titulado "Lo sustancial y lo transitorio en la ley del `solo sí es sí ´ "; materia donde las haya de alto rango para polarizar posiciones, el derecho y sus fundamentos. Recomiendo su lectura con frialdad y con disposición a comprender sus fundamentos, no a rebatirlos. Confieso que me tiene perplejo, como creo que a muchos ciudadanos, que se esté reduciendo penas a violadores en aplicación de la nueva ley. Ya sabemos que hay Audiencias Provinciales, como la de la Rioja, que no han aceptado esa rebaja aplicando la nueva ley. Es decir, que existen las dos interpretaciones posibles. Incluso el Tribunal Supremo no ha sido capaz de dar una interpretación unívoca de la aplicación de la nueva ley. Los jueces están polarizados.

Hay quien ha achacado a la nueva ley que no tiene disposición transitoria alguna. Martín Pallín aclara este apartado con sencillez para que todos lo entendamos. Pero hay quien ha dicho que ni siquiera con esas disposiciones transitorias se habría evitado la rebaja de las penas a los ya condenados. La segunda cuestión a debate es si la pena que se impuso está contemplada en la nueva ley, no hay porqué modificarla. En esto, de igual manera, hay dos versiones para aplicar el principio in dubio pro reo. A los legos nos vuelven locos. Serán las micro fisuras del derecho, que no podemos verlas y, por tanto, evaluar. Ante tal situación, algunos han dicho que habrá que reformar la ley. Pero no han concretado en qué sentido, qué apartados.

En democracia es vital llegar a consensos para organizar la convivencia. El coro mediático que jalea los "defectos” de la ley del sí es sí, se limitan a señalar a Irene Montero, ministra de Podemos, como una mal hija y desarrapada, casi una perra flauta incapaz de parir desde su ministerio algo positivo. Casi todos sabemos que en derecho no hay síntesis sobre ningún fundamento, en el que quepa la uniformidad de criterio. Nos regimos por el derecho positivo (escrito) y en él cabe la interpretación siempre. A mi entender, a los jueces, lo que les toca es hacer el esfuerzo de interpretar y unificar criterio para aplicar la ley del legislador, sea del partido que sea el ministro-a. La democracia les exige eso, y no que se explayen divulgando sus argumentos en los medios, dando motivos para la mofa sobre la ministra.

Nos polarizan ellos, claro que sí. Nos obligan a posicionarnos, sin ver las micro fisuras, en la defensa o condena de las mascletás. los jueces de los altos tribunales tienen una ocasión magnífica para orientarnos y hacernos más fácil convivir en democracia. Si no, si siguen cada uno en sus trece, tendremos que empezar a pensar que no se encuentran cómodos en la democracia. Es decir, tendríamos que empezar a darle la razón a la ministra en sus primeras palabras, tan desacertadas, sobre la educación y visión machista de los jueces. O bien podríamos empezar a pensar que hay muchos, quizás demasiados, que piensan que esto de la democracia ya ha llegado demasiado lejos.

Son cruciales las actitudes de las élites sociales (partidos políticos, Jueces y empresarios) para evitar la polarización de la sociedad. Y vean un ejemplo de puro egoísmo y falta de visión colectiva. El nuevo presidente de HOSBEC (Patronal hotelera de comunidad valenciana), el señor don Fede Fuster, de Benidorm, nada más tomar posesión de su cargo, se afloja diciendo que "a las administraciones le pediría que no molesten. Si además entienden la importancia del turismo, ya sería mucho"; (diario Información 3-12-22). El señor Fuster ya no recuerda las ayudas con dinero de todos que el Estado y la Generalitad, tras el lloriqueo incesante, dieron a los hoteleros durante la crisis del Covid 19.

Con estos mimbres, el Rey de España ya puede desgañitarse gritando sobre mejorar la igualdad y la justicia social, como dijo en Georgetown. El peligro viene de arriba.