HOJA DE CALENDARIO

Lambán y la democracia interna

Javier Lambán

Javier Lambán / Jaime Galindo

Antonio Papell

Antonio Papell

El presidente socialista de Aragón, Javier Lambán, seguramente inquieto por las cercanas elecciones regionales y locales que serán muy disputadas, ha efectuado unas polémicas declaraciones en las que ha venido a decir que fue una desgracia que Pedro Sánchez ganara las primarias de su partido a la secretaría general puesto que el presidente de la gestora que lo sustituyó cuando fue defenestrado, el asturiano Javier Fernández, lo hubiera hecho muchísimo mejor.

La oposición conservadora ha explotado lógicamente el filón y ha elogiado la “independencia” de este individuo, que arremete con esta facilidad contra el líder de su partido. Incluso algún socialista desorientado ha elogiado la democracia interna de su formación, que permite tales expansiones.

Más bien parece, sin embargo, que Lambán, famoso por sus disidencias en el pasado que nunca alcanzaron tanta gravedad, ha perdido el oremus y hasta el sentido común, por lo que debería renunciar a presentarse a la reelección. Es evidente que Sánchez tendrá en el interior de su partido simpatías y antipatías, militantes más afines que otros, pero un partido político es un instrumento de representación política que se ofrece a los electores y que tiene que dar una imagen cohesionada y unitaria, de leal cooperación y puesta en común de voluntades. De puertas adentro, podrá haber cuantos debates sean precisos, pero puertas afuera actitudes como la de Lambán son intolerables. Naturalmente que cualquiera puede criticar a Sánchez, pero marchándose primero de la primera línea de responsabilidad en el partido. Los electores y los afiliados no entenderían otra cosa.

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