De Alicante, con apellidos extranjeros

El Paseo de la Explanada

El Paseo de la Explanada / MANUEL R. SALA

Félix Pillet Capdepón

Félix Pillet Capdepón

Existen ciudades que se han caracterizado por ser las más visitadas, o bien las que han sido un destino mayoritario para vivir, dado su buen clima. Un ejemplo entre otras muchas es Alicante, que desde siempre ha venido sumando inmigrantes nacionales y extranjeros. La crónica alicantina de Viravens (1876) señalaba que tanto las guerras de Sucesión como de Independencia pusieron a la ciudad en contacto con el extranjero, mostrando el interés que ofrecía, dado el fácil acceso a la urbe mediterránea. Una obra colectiva sobre la Historia de Alicante escrita con motivo del Quinto Centenario de la Ciudad (1490-1990) venía a manifestar que desde los años sesenta del siglo XVIII la presencia extranjera fue muy destacada, como así lo atestiguaba el catedrático de Historia Contemporánea Enrique Giménez: “Una ciudad portuaria como Alicante, en la que residía una importante colonia extranjera, contaba con una peculiar organización mercantil”. Otros textos de la misma obra venían a añadir que desde mediados del siglo XIX la ciudad ofrecía una amplia presencia extranjera, formando parte de la burguesía más característica y reconocida, tanto financiera, como comercial y de negocios, fuertemente vinculada a la burguesía agraria. Eran ejemplo de ello distintas familias: Die, Leach, Maissonnave, O´Conor, etc.

A esta relación se unen mis apellidos, pues mientras los de mi padre son: Pillet (Lyon, Francia) y Domañski (Varsovia, Polonia); los de mi madre: Capdepón (Oloron de Saint Marie, Francia) e Icabalceta (Mañaria, Vizcaya). Los Pillet representaban la burguesía comercial; los Capdepón, la agricultura de regadío y un ministro liberal del XIX; los Domañski, la vieja nobleza polaca y militares de alta graduación; y los Icabalceta, la administración.

Comenzamos por la parte paterna: los Pillet. Mi bisabuelo Julio Pillet Blanc nació en Lyon (1835), llegó a España en 1855, combinó sus negocios de plomo con su trabajo como administrador en la compañía ferroviaria MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) hasta que por fin llegó a Alicante (1877), donde sus hijos combinaron el plomo con otros elementos de construcción (fábrica de espejos, etc.), una empresa situada en la calle San Fernando, la misma calle donde residíamos en un edificio familiar con balcones a la Explanada de Alicante. Nos centraremos ahora en los Domañski, familia polaca perteneciente a la nobleza: Domañski Larissa. Mi tatarabuelo Alberto Domañski Zaborowski (o Saboroski), nacido en Varsovia (1778), llegó a España con las tropas de Napoleón y volvería a nuestro país una vez restablecida la situación. Por ser hijo de madre rusa, fue designado Cónsul de Rusia en Alicante. Mi bisabuelo, Miguel Domañski Mayor, nacido en Alicante (1813), fue Guardia de Corps, cuando reinaba Isabel II. Su primer destino fue Madrid, en el Palacio Real, jóvenes éstos muy del agrado de la Reina… Y después entró a formar parte del Real Cuerpo de Carabineros, donde llegaría a teniente coronel. Fue alcalde de Alicante durante unos meses (1874), y durante los cuatro años siguientes Diputado Provincial por los distritos electorales de Villajoyosa y de Callosa de Ensarriá en representación del Partido Liberal. Mi abuela, Margarita Domañski se casó con Félix Pillet Lecoeur, de origen francés por ambos apellidos.

Respecto a la parte materna: los Capdepón. Nuestro primer antepasado, Juan Pedro de Capdepón, abandonaría la ciudad meridional francesa de Oloron de Sainte Marie para dirigirse hacia la Vega Baja del Segura en la provincia de Murcia. Nuestro abuelo Federico Capdepón, finalizando el siglo XIX, acompañó a su tío Trinitario Ruiz Capdepón por los distintos ministerios. Trinitario (Orihuela, 1836) perteneció al Partido Liberal, fue gobernador del Banco de España, vicepresidente del Congreso y senador vitalicio, así como ministro con Sagasta en cinco ocasiones: Gobernación, Ultramar, y Gracia y Justicia entre 1880 y 1894; firmó la ley del Sufragio Universal de 1890. Federico, mi abuelo materno, se casó con María Icabalceta en Murcia y luego se trasladaron a Alicante.

Este recorrido, hace que tengamos un pasado lejano francés y polaco, sobre todo hasta comienzos de la segunda parte del siglo XIX, que es cuando terminaron de llegar a Alicante mis ancestros, aspectos que fueron analizados, entre otros aspectos, en nuestra mixtura literaria: Autografía (2019).