Un 2023 con menos accidentes de tráfico

Tráfico en la llegada a Alicante desde la autovía por el sur.

Tráfico en la llegada a Alicante desde la autovía por el sur. / ÁXEL ÁLVAREZ

Vicente Magro

Vicente Magro

El año 2022 se ha caracterizado por una violencia creciente cada vez más, y una de las manifestaciones del ejercicio de esa violencia se ha venido ejerciendo en la seguridad vial, y que en muchos casos podría hablarse más de “inseguridad vial” a la vista de que muchas personas siguen insistiendo en incumplir todas las normativas que existen en esta materia del respeto a las normas de la circulación.

Son muchas las familias en las que se ha recibido la losa de la noticia de que uno de sus miembros ha perdido la vida en la carretera. Y resulta muy complicado asimilar que, de la noche a la mañana, uno de los tuyos ha muerto en la carretera por la irresponsabilidad de alguien que ha incumplido las normas y ha circulado con exceso de velocidad, bajo el consumo de alcohol o drogas, o infringiendo la normativa de la circulación que ha provocado una colisión grave. Son, por ello, muchas familias en las que esta noticia hipoteca el presente y el futuro de las mismas ante la muerte de unos de sus miembros y que supone lo peor que puede ocurrir.

Por ello, si la violencia se ha venido apoderando de la sociedad, las infracciones de tráfico son una costumbre que ejercen muchas personas olvidando las graves consecuencias que para ellos, o para terceros, pueden tener consigo. Y solo hace falta ponerse al frente de un volante para ser testigo de primera mano de la forma de conducir de muchas personas y del peligro que ello supone. Y todo ello, pese a la agravación de las responsabilidades administrativas y penales que la legislación lleva consigo en las constantes reformas legislativas que se han venido aprobando, pero que no hacen reducir las cifras de accidentes, lesionados y muertos en la carretera.

Si nos ponemos a mirar las cifras de lo que rodea a la seguridad vial observaremos que, según los últimos datos de la Dirección General de tráfico, existen en la actualidad circulando un total de 35.178.808 vehículos de motor en una población de unos 50 millones de personas. Además, de estos vehículos se ha hecho un estudio y se calcula que en España circulan 2.650.000 vehículos no asegurados con una tremenda irresponsabilidad. Además, con la circunstancia de que si tienen un siniestro culpable tendrán que asumir de su propio patrimonio la indemnización que queden obligados a pagar, con la posibilidad de que se les embargue su casa y nómina para poder hacer frente a ello, circunstancia que parecen no asumir quienes circulan sin póliza de seguro, porque no todos son insolventes, ni mucho menos.

En cuanto a las cifras de mortalidad nos seguimos moviendo en los 1.000 muertos al año, ya que la DGT ha señalado que en el año 2022 han muerto en carretera 1.097, frente a los 965 de 2021 y los 1.057 de 2019. Y para comprobar la gravedad de lo que estamos hablando UNICEF señala que con las cifras actuales, un niño de cada 2.100 morirá en un accidente de tráfico antes de que llegue a cumplir los 15 años. Porque en este problema no hay edad concreta de las víctimas y ha habido casos en los que han muertos hasta familias enteras que iban en un vehículo, o gran parte de ellos, lo que supone un auténtico drama difícil de imaginar.

Por todo ello, el problema de los incumplimientos de las normas lo es en todos los aspectos y materias y se torna como un problema social de gran envergadura que se manifiesta en todos los órdenes, pero que en este caso es sumamente grave y proclive a causar un daño terrible, como vemos en las cifras. Y es que incumplir normas con un vehículo de motor entre las manos supone un mayor riesgo que hacerlo en otros escenarios, porque este instrumento es muy proclive a causar un daño terrible en manos irresponsables.

Al final se demuestra que es importante la reforma legislativa y la insistencia por medio de la publicidad en que las normas en circulación deben cumplirse, pero la realidad nos demuestra que todo esto es un problema de educación más que de poner más penas o más multas, porque se ha demostrado que ello supone una respuesta del Estado de derecho más justa a quien incumple, pero que no reduce las infracciones. Lo que hace falta es mayor conciencia social y mayor educación en todas las materias, y en este caso educación vial. Por ello, es en la educación a toda la sociedad donde debe incidirse. Y que debe hacerse desde abajo, desde la juventud, para tratar de resetearlo todo, siendo ahora muy importante la asignatura mundial de la educación y del respeto que debería imponerse hasta… para pasar de curso, porque la situación es grave y… se está agravando cada vez más.