Y eso siendo nuestro referente turístico...

Al Ayuntamiento de Alicante parece no quitarle el sueño el aislamiento que sufre el castillo de Santa Bárbara ante las reiteradas averías del ascensor

Varios son los carteles que avisan de que el ascensor lleva averiado más de un mes

Varios son los carteles que avisan de que el ascensor lleva averiado más de un mes / HECTOR FUENTES

C. Pascual

C. Pascual

"El castillo es nuestro referente turístico. Queremos que tenga un mejor servicio y de esta manera podamos seguir desestacionalizando el turismo". Estas palabras de la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, chirrían especialmente estos días, cuando la ciudad acoge una de esas citas turísticas marcadas en rojo en el calendario. Mientras la Ocean Race vive su semana grande en Alicante, el castillo de Santa Bárbara -el atractivo turístico más visitado de la ciudad, según aseguran desde el Ayuntamiento- está más que aislado tras la enésima avería del ascensor. Y no ha sido nada de última hora. No. Lleva así más de un mes, por lo que también lastró otra fecha clave para el sector, como la Navidad. 

Que el servicio esté fuera de juego supone dificultar y mucho el acceso a la fortaleza, ya que para un turista no resulta sencillo encontrar las sendas peatonales por el Casco Antiguo, por las que además no pueden subir todas las personas. Como tampoco pueden hacerlo por la carretera de Vázquez de Mella, con pendientes infranqueables para quienes tienen problemas de movilidad. No resulta mucho más sencillo para esos turistas encontrar la única parada que existe de las lanzaderas en la ciudad. Está en Gómez Ulla, a un buen trecho andando de cualquier circuito turístico. Y todo esto asegurando que es "el referente" turístico. No quiero pensar si no lo fuera...

Pese a todo, al Ayuntamiento no parece quitarle el sueño. A la vicealcaldesa no se le ha escuchado todavía, y eso que la dinamización del castillo -externalizando el servicio- ha sido una de las escasas apuestas durante su mandato al frente de Turismo. Tal vez no tiene nada que decir, y menos ahora que estará más que ocupada buscando un futuro acomodo ante la desintegración de Ciudadanos, la formación que le ha permitido estar en primera línea política durante los últimos ocho años. 

Tampoco parece que el alcalde, Luis Barcala, esté muy preocupado por el aislamiento que sufre con demasiada frecuencia el principal atractivo de la ciudad. Y si lo está, lo disimula. Los días pasan y las soluciones no llegan. Están esperando una pieza, dicen, como quien espera ver pasar una estrella fugaz. Inmóviles. Tampoco se ve más interés en acercar las lanzaderas a los espacios más frecuentados por los visitantes, como podría ser el entorno de la Plaza del Mar, frente al Postiguet, para así facilitarles que visiten el castillo, si es que de verdad nos creemos lo que decimos: que es nuestro referente turístico. Da que pensar. 

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