Esto no es un cuadero

Que el conejo reparta suerte

¿Qué sería de las izquierdas (al menos a siniestra del PSOE) sin las diatribas, refriegas, codazos y miradas oblicuas habituales a la hora de confeccionar alianzas y listas?

La rueda de Prensa este jueves del equipo de gobierno de Elche, PSOE Compromís

La rueda de Prensa este jueves del equipo de gobierno de Elche, PSOE Compromís / INFORMACIÓN

Gaspar Macià

Gaspar Macià

-«Sólo tenemos una posibilidad: victoria, derrota o empate».

Franz Beckenbauer, ex futbolista alemán.

Acabamos de empezar el nuevo año del calendario gregoriano, que es el que oficialmente rige para toda la Humanidad, pero en unos días comenzará el año nuevo chino, que tiene ascendencia sobre una quinta parte de la misma. Doce meses que estarán bajo la influencia del conejo de agua, animal que según la milenaria tradición, y contrariamente a lo que pudiera parecer, traerá calma, estabilidad, tranquilidad y positivismo (confiemos en que responda también a su patronímico y solucione lo del trasvase del Tajo). No está mal que, para variar, acariciemos un halo de esperanza, por muy lejano que nos toque, para contrarrestar las agoreras previsiones que nos han llovido (por parte de unos más que de otros) nada más pasar la hoja del calendario. A ello nos aferramos, aunque nos toque releer a Confucio en esta época de confusión total. Además de encomendarnos a san Antonio Abad, por eso de ser el primer santo destacado del calendario festivo ilicitano.

Pese al buen rollo que desprende el conejo acuático empezamos este 2023 temiéndonos lo peor, a tenor de lo vivido en nuestras más recientes experiencias. Vislumbramos ya en lontananza (con unos buenos prismáticos, eso sí) la cita electoral del 28 de mayo, previsiblemente por partida doble (municipales y autonómicas). Y si usamos un catalejo de 30 aumentos incluso podremos alcanzar a distinguir, más allá del verano, unas brumosas formas moviéndose trabajosamente que quizás correspondan a los comicios generales. O sea, que este año, además de conejo, tendremos triple cita con las urnas y más vale que nos preparemos a conciencia y sin escatimar dedicación, porque corremos el riesgo de acabar exhaustos y depauperados, como ya ocurrió en 2019 (y eso que entonces llegábamos entrenados).

Y si usamos un catalejo de 30 aumentos incluso podremos alcanzar a distinguir, más allá del verano, unas brumosas formas moviéndose trabajosamente que quizás correspondan a los comicios generales.

Gimnasio

Además de acudir con mayor asiduidad al gimnasio y darle duro al spinning (mucho más de lo habitual), rebajar el consumo de grasas y potenciar el de hidratos de carbono y proteínas, reducir drásticamente el consumo de información de todo tipo y no hablar de política con amigos y familiares (excepto que uno busque directamente la ruptura de relaciones), hay que estar atentos sobre todo al bombardeo propagandístico, por fortuna no tan letal como el de Putin en Ucrania pero con innegables efectos perversos sobre nuestro sistema límbico y los 43 músculos faciales.

No queda más remedio que seguir usando la pizarra velleda (como ya quedó explicado en un capítulo anterior) para poder discernir lo que se nos viene encima, y si ya no queda sitio, a comprar otra en las rebajas. Lo primero que debemos aprender es a distinguir cuándo lo que se nos lanza desde gobierno y oposición es campaña electoral y cuándo es gestión. El alcalde ilicitano y a la sazón candidato socialista, Carlos González, ya viene insistiendo desde que empezó el año en aclarar públicamente, a quien quisiera escucharle, que el equipo de gobierno progresista y sostenible no va a entrar en campaña hasta los preceptivos 15 días anteriores al 28-M, ni uno más ni uno menos, y que va a dedicarse por completo a hacer gestión, como viene haciendo hasta ahora. La campaña se la deja a otros, apostilla.

Lo primero que debemos aprender es a distinguir cuándo lo que se nos lanza desde gobierno y oposición es campaña electoral y cuándo es gestión.

Proyectos

Así que a anotar: cuando aparece el alcalde por partida doble esta semana para realizar los enésimos anuncios de los enésimos proyectos en marcha, en trámite, en embrión o en entelequia, además de una avalancha de inversiones por doce millones en cinco meses, más lo mucho y bueno ya realizado, eso es gestión. Aclarado queda: gestión es todo lo hecho o por hacer por parte del bipartito local, lo anuncien González y la portavoz compromisaria Esther Díez las veces que lo anuncien y lo repitan las veces que ídem, aunque en muchos casos no se vislumbre ni con catalejo su cercana materialización. ¿Cómo sabremos cuándo estarán PSOE y Compromís en campaña? Pues sencillamente cuando vuelvan a enumerar todo eso por separado, cada uno tratando de apuntarse para sí mismos los méritos de lo realizado y/o anunciado.

Cuando aparece el alcalde por partida doble para realizar los enésimos anuncios de los enésimos proyectos en marcha, en trámite, en embrión o en entelequia, además de una avalancha de inversiones, más lo mucho y bueno realizado, eso es gestión.

 A partir de este enunciado, según nos enseña la metodología axiomática, todo lo que no es gestión es campaña pura y dura. Por lo tanto, si el líder popular e igualmente candidato a la alcaldía, Pablo Ruz, insiste en que todo lo que vende el bipartito es humo, que no ha ejecutado ni una cuarta parte de las inversiones previstas, que pierde numerosas subvenciones y ayudas por falta de agilidad, reflejos o coordinación; que nos quedamos sin trenes de cercanías, que no ha acabado ningún gran proyecto de ciudad, que hay carriles bici que son un despropósito total, o que hay que bajar los impuestos un 3% (por lo menos)… eso es pura propaganda electoral.

Pablo Ruz, insiste en que todo lo que vende el bipartito es humo, que no ha ejecutado ni una cuarta parte de las inversiones previstas, que pierde numerosas subvenciones y ayudas por falta de agilidad, reflejos o coordinación

Campaña

Ya lo ha advertido el alcalde-candidato insistentemente: en el PP llevan cuatro años en permanente e insidiosa campaña, nada de gestión. Dirá alguien (de los listillos de siempre) que el PP no puede aportar gestión porque está en la oposición, y que encima le tumban todas sus propuestas y sus alegaciones al presupuesto, pese a estar hechas con todo el cariño y la dedicación de la que Ruz y su equipo son capaces, para mejorar la vida de los ilicitanos en su conjunto y de los ciclistas en particular. Se siente: haber ganado las elecciones hace cuatro años.

 Por consiguiente, cerremos este instructivo apartado repasando conceptos, para que queden meridianamente diáfanos ante lo que está por venir: el gobierno hace gestión y la oposición, campaña; González está arriba (en el escalafón) y Ruz debajo; el bipartito está cerca (del poder) y la oposición lejos (por ahora). Aclarado queda.

El alcalde, durante la comparecencia de este jueves de PSOE y Compromís

El alcalde, durante la comparecencia de este jueves de PSOE y Compromís / INFORMACIÓN

Pizarra y rotuladores

 En cambio, en el actual socio minoritario del bipartito, Compromís, los conceptos siguen sin estar claros. Por mucha pizarra y rotuladores que gasten, siguen sin aclararse quién está arriba, quién abajo y mucho menos quién está cerca o lejos de los puestos de la candidatura municipal. ¿Qué sería de las izquierdas (al menos a siniestra del PSOE) sin las diatribas, refriegas, codazos y miradas oblicuas habituales a la hora de confeccionar alianzas y listas? Y mucho más si, como en el caso que nos ocupa, se trata de una coalición de tres partidos (Iniciativa, Més y Verds-Equo) con una limitada (numéricamente) aunque importante cuota de poder, cargos, sueldos y demás anexos.

 Y encima, hay quien pretende añadir más invitados a la lista, en concreto a Podemos, y así sumar sus votos, que en las últimas elecciones fueron al contenedor de reciclaje de la ley d’Hondt. Esa es la pretensión, a nivel local, de la candidata de Més, Marian Campello, frente a la postura de Iniciativa y Esther Díez, actual portavoz municipal y aspirante a cabeza de lista (puesto que pese a sus dos legislaturas en el Ayuntamiento todavía no ha ocupado), que sostienen que no hay sitio pa tanta gente, que mejor solos que mal acompañados y que no piensan apear por las buenas al actual edil Felip Sànchez del número 3 de la candidatura para que lo ocupa un advenedizo podemista.  

Esther Díez, en su presentación como candidata a las primarias de Compromís per Elx

Esther Díez, en su presentación como candidata a las primarias de Compromís per Elx / INFORMACIÓN

Que sostienen que no hay sitio pa tanta gente, que mejor solos que mal acompañados y que no piensan apear por las buenas al actual edil Felip Sànchez del número 3 de la candidatura para que lo ocupa un advenedizo podemista.

 Así las cosas, ambos bandos están inmersos en un duelo a muerte (política) con un trasfondo de venganza por la sorpresiva destitución como consellera de Mireia Mollà a cargo de su correligionaria y actual vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, quien como un elemento más de esta intriga ha visto cómo le ha surgido otra aspirante a encabezar la lista autonómica provincial en la figura de la coportavoz compromisaria en Elche, Marina González, próxima a los mollistas. Una batalla interna aderezada con un proceso de consulta abierta a la militancia y población en general, en el que se llevará el conejo al agua quien tenga mayor capacidad de inscribir a familiares, amigos, conocidos, vecinos o simples paseantes, sobre quienes simpatizantes de ambas facciones se lanzan por la calle como si fueran postulantes de alguna ONG. Demócratas hasta la temeridad.

 Pues nada, suerte y al conill.