El año Sempere

Están en todo lo alto. Se han puesto de moda los años dedicados a una celebridad. Basta hacer coincidir las cifras del actual con su año de nacimiento o defunción. Los más exagerados, intentas construir un ‘año de’ partiendo de un 150 aniversario, y no hablemos ya con la manía reciente de celebrar las décadas del homenajeado: una fiebre que seguro es pasajera.

El caso es que nos encontramos en pleno Año Sempere, dado que el artista de Eusebio Sempere nació en Onil en 1923, y nos encontramos con que se ha consumido el primer mes de 2023 sin que se hayan concretado los fastos de lo que se ha de hacer.

El primer jarro de agua fría nos vino de fuera, de la capital del reino, cuando en las revistas culturales del gremio comprobamos cómo al hacer el repaso del año cultural que se nos venía encima se les pasaba citar a nuestro querido artista colivenc. Se hablaba del Ano Picasso y del Año Sorolla, como grandes ejes centrales artísticos de 2023, pero se ignoraba que las campanas anunciasen fiesta por Sempere. Algo que a mí me tocó la moral.

Para colmo, nuestros políticos locales y autonómicos, en lugar de mirar con altura de miras, obrar con tiempo y evitar lo que ya ha sido una realidad, que Eusebio Sempere no figure en las previsiones de los medios nacionales como una las celebraciones culturales imprescindibles de 2023, andan cortejándose acerca de quién debe acercarse a quién para cumplimentar la agenda. Cuando el programa de actividades del Año Sempere, punto por punto, debería estar perfilado desde las vísperas, desde el inicio de 2022, para no dejar nada a la improvisación. Qué le vamos a hacer. Así va todo.