Un europeísta desde siempre, por José María Perea

El exministro Pedro Solbes, en una imagen de septiembre de 2020.

El exministro Pedro Solbes, en una imagen de septiembre de 2020. / Cadena SER

José María Perea

Pedro Solbes nació en Pinoso pero su infancia y juventud discurrió en la ciudad de Alicante donde fijaron residencia sus padres. Estudió en el colegio de los Maristas, situado entonces frente a la Diputación, antes de licenciarse en Derecho, y más tarde en Ciencias Políticas y en Economía Europea. Muy joven, como Técnico Comercial del Estado, fue destinado al frente de la subdelegación del Ministerio de Comercio en la provincia de Alicante. En su despacho en un piso de la Rambla Méndez Núñez, frente al hotel Gran Sol, lo conocí cuando inicié mis trabajos como periodista en 1969, primero como redactor de “Primera Página” y después como redactor de temas económicos en la edición alicantina de “La Verdad”.

La relación con una fuente de información tan privilegiada como era Pedro Solbes se mantuvo desde entonces especialmente cuando se incorporó en Bruselas al equipo del ex-ministro Ullastres, que encabezaba la delegación de España ante una CEE (Comunidad Económica Europea) que seguía cerrando las puertas a la incorporación de nuestro país al proyecto común europeo por la vigencia de la dictadura franquista. Hablaba casi todas las semanas por teléfono con Pedro Solbes quien me informaba de disposiciones comunitarias que afectarían a los sectores exportadores de la provincia (tomate de Muchamiel, frutas y hortalizas de la Vega Baja o La Marina Alta, juguetes de la Foia de Castalla, o calzado de las comarcas del Vinalopó, por citar los más relevantes en la época). Tan útiles eran aquellas advertencias, que yo trasladaba a los lectores, que Juan Bautista Torregrosa, presidente del Banco de Alicante, llegó a plantear y sondear a sectores exportadores, enviarme de forma permanente a Bruselas a principios de 1973 como observador de los intereses alicantinos en la CEE como ya hacían entonces sectores económicos vascos y catalanes.

Tras el nombramiento de Adolfo Suárez como jefe del Gobierno incorporó a Pedro Solbes, primero como director de Política Comercial en el primer Gobierno de UCD, y después en los equipos que prepararon la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea, especialmente el que encabezó Leopoldo Calvo Sotelo antes de ocupar la Jefatura del Gobierno. Tras la victoria del PSOE en 1982 fue Miguel Boyer quien nombró a Pedro Solbes secretario general técnico del Ministerio de Economía y Hacienda. Entre 1985 y 1991 fue secretario de Estado para las Relaciones con Comunidades Europeas en los gobiernos presididos por Felipe González quien lo incorporó al Consejo de Ministros como titular de Agricultura, Pesca y Alimentación entre 1991 y 1993 antes de ocupar, en 1993, la cartera de Economía y Hacienda. En esa época, cuando iniciaba su andadura el Club INFORMACION, Pedro Solbes participó como conferenciante y, en 1996, en los debates electorales cuando encabezó las candidatura del PSOE por la circunscripción de Alicante, donde fue elegido diputado. Con José María Aznar como presidente del Gobierno uno de los dos comisarios españoles fue Pedro Solbes, propuesto por el PSOE, quien estuvo al frente de los Asuntos Económicos y Monetarios en las instituciones europeas, con el proyecto e implantación del euro como moneda única. El éxito de Pedro Solbes en la Comisión que presidía Romano Prodi propició que al ganar José Luis Rodríguez Zapatero las elecciones lo incorporará de nuevo al Consejo de Ministros, primero al frente de Economía y Hacienda y después como vicepresidente del Gobierno.

Pedro Solbes siempre mantuvo sus raíces y amistades en Alicante pero fue, desde antes de la Transición a la Democracia, un hombre que tuvo a Europa, la construcción de una casa común en la que tenía que estar y participar España, como el destino económico, social y político de la mayoría de las sociedades del Viejo Continente. Descanse en paz.

José María Perea, periodista