Poner el cascabel al banco

La inflación media alcanzará este año el del 4,2%, según la OCDE.

La inflación media alcanzará este año el del 4,2%, según la OCDE. / Álex Zea

Antonio Balibrea

Antonio Balibrea

Seguro que ustedes han visto en los informativos de estas semanas las colas que ciudadanos de a pie formaban en la puerta del Banco de España para invertir sus ahorros en bonos, letras, u obligaciones, en deuda del estado en definitiva. Como los bancos no le dan un duro por el dinero de la cartilla o de las cuentas corrientes pues los pequeños ahorradores se van al Banco de España a prestarlo al Estado aprovechando que han subido los tipos de interés.

Los gobiernos de todo el mundo van de cráneo intentando controlar la inflación. Ya vimos que hay una inflación debida a la energía, por la reducción de oferta de crudo provocada por la OPEP+- Rusia y Arabia Saudí, básicamente- para mantener altos los precios de gas y petróleo. Los gobiernos tratan de incentivar la sustitución de las energías fósiles por renovables- solar y eólica, principalmente- y presupuestan cientos de miles de millones de euros y dólares en la UE y USA, aprovechando que el dinero- los tipos de interés- se pagaba al 0 o 0’5% para incentivar a la inversión privada y que se sume al proyecto. Para eso, tanto la Fed (Reserva Federal USA) como el BCE (Banco Central Europeo) llevan un año subiendo el precio del dinero. Esta semana mismo el BCE lo subió al 4’5%. El dinero como la energía, y las tecnologías de la información, y el trabajo están en todos los procesos de producción, y cuando suben, sube todo. También los alimentos están en todo lo procesos de “reproducción” de los seres humanos, el trabajo, tenemos que comer para seguir viviendo.

Resumiendo: la inflación tiene su origen en los precios de la energía, del dinero, de las Big Tech, y de los alimentos. La paradoja en esta ocasión es que el BCE y la Fed han subido el precio del dinero, los tipos de interés, para controlar la inflación, según dicen. En las teorías monetaristas clásicas, reduciendo el dinero disponible se reduce la demanda y la inflación; pero eso hoy no es real, Lo han hecho para dar un respiro a la banca y asegurarle ingresos, antes de que cobren a los clientes por respirar, o inviertan mas en actividades especulativas. Los grandes bancos se han encontrado con unos grandes beneficios que no esperaban. Los bancos centrales controlan casi todas las actividades de los grandes bancos, excepto las que realizan a través de los fondos buitre o los bancos incontrolados, como es el caso del Credit Suisse- uno de los quince grandes del mundo- que ha reconocido “debilidades materiales” en sus balances, o sea contabilidad inexacta. Hay una larga sombra de actividades que no aparecen en los balances públicos de la banca. Se trata de más de 230 billones, tres veces el Producto Interior Bruto (PIB) mundial que se mueven sin control de gobiernos ni reguladores. Se mueven, por ejemplo, en el timo piramidal de las criptomonedas; son los que tumbaron hace poco los fondos de pensiones del Reino Unido; y probablemente en financiar el tráfico de armas y droga. Eso no lo controla ningún gobierno.

Las políticas monetaristas del BCE y la Fed contradicen la pretendida lucha contra la inflación de los gobiernos, es más provocan inflación y benefician a unos bancos, aunque provocan la quiebra de otros. Aunque le cueste creerlo esto tiene mucha relación con la quiebra del Silicon Valley Bank. Es un banco intermedio- sin control de la Fed, gracias a Trump- pero es el primero en clientes de las grandes tecnológicas. El renombrado banco californiano tenía los ahorros de sus millonarios clientes invertidos en bonos de la FED (Reserva Federal USA) cuando pagaba algo mas del 0%. Digo millonarios porque más del 90% excedían de los doscientos cincuenta mil dólares por cuenta que aseguraba la Corporación Federal de Seguros de Depósitos. Las Big Tech están atravesando una crisis con grandes reducciones de plantillas y sacan sus ahorros para meterlos en bonos norteamericanos o europeos a unos intereses ahora muy superiores, que el SVB no puede pagar ni siquiera vendiendo los bonos que tenía. Vamos que las grandes tecnológicas hacen como nuestros pensionistas cola en la puerta del Banco Central para invertir en deuda pública.

La deuda española, por ejemplo, está: una tercera parte en manos del BCE; entre el 12 y el 15% la tienen las entidades financieras; más del 40% son de “no residentes” lease, jeques del petróleo, potencias extranjeras, fondos de inversión, oligarcas africanos, rusos, etc; los particulares de la cola del Banco de España solo representan el 0,1 %. No creo que el resto de los países europeos- salvo Noruega, por el petróleo- tengan una distribución de la deuda muy distinta a la nuestra.

Conclusiones: el BCE y la Fed deben dejar quieto el precio del dinero, y olvidarse de una vez de las teorías monetaristas; los gobiernos incentivar las inversiones en energía renovables y sectores estratégicos y estabilizar urgentemente las relaciones políticas económicas y comerciales con cada uno de las regiones mundiales resultantes de la desglobalización, lo que pasa por llegar a un acuerdo de paz en Ucrania. Y, ya de paso, seguir intentando controlar la serpiente especulativa de deudas encadenadas por cientos de billones de dólares. Pero, que dejen a la leche, al pan y a las lechugas tranquilas ya es bastante difícil- lo ha dicho y con razón Juan Roig- garantizar las cadenas de suministros de productos alimenticios. No lo compliquen.