Tribuna

María Teresa Sempere Jaén, la solucionadora

Encarnaba para mucha gente lo que todos anhelamos: la intervención directa y cercana de nuestros representantes políticos.

María Teresa Sempere

María Teresa Sempere / INFORMACIÓN

Genoveva Martín

Genoveva Martín

«No puede ser que ocurran estas cosas», repetía yo, a menudo, en plena redacción. Sin embargo ocurrían. Una mujer o varios miembros de una familia, sentados enfrente de mi mesa, me habían explicado su situación. ¡Un  desastre! Nadie les hacía caso a pesar de estar al límite del aguante.

El periódico era para estas personas la última puerta donde tocar.

Sólo quedaba una solución: hablar con Mari Tere.

Una llamada telefónica, una conversación en la calle o en la puerta del Ayuntamiento de Elche con Mari Tere se convertía pronto en la solución al problema. María Teresa Sempere, la edil de Servicios Sociales, era para todos y todas Mari Tere. Cuando se le nombraba no hacía falta precisar nada más. Mari Tere era la solucionadora.

La Rubia, como algunos la llamaban cariñosamente, tenía un don especial: la empatía. Encarnaba para mucha gente lo que todos anhelamos: la intervención directa y cercana de nuestros representantes políticos. La calle era su despacho. Conocía por sus nombres a la gran mayoría de los componentes de las asociaciones, en particular las relacionadas con la tercera edad y alternaba con sus interlocutores el uso del valenciano y del castellano. Repartía besos y abrazos por doquier, y la ciudadanía se olvidaba que era política. Era simplemente  Mari Tere.

Suceder a Mari Tere en la Concejalía de Servicios Sociales, Bienestar Social o como se le quiera llamar ha sido todo un reto. Dejó el listón muy alto y las comparaciones son siempre odiosas.