El palique

¿Tamames fue del Betis?

Borja Iglesias mantiene al Betis al acecho de los puestos 'Champions'

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Jose María de Loma

Jose María de Loma

Tamames anuncia que va a escribir un libro sobre todo esto de la moción de censura. Ni el más ávido lector creo que espere un libro político. Aquí lo que interesa es que desayuna Tamames. Cómo mantiene la curiosidad, de cuándo le viene la afición por las bufandas de colores, si dice coño en la intimidad o cómo eran Carrillo y Umbral en las distancias cortas. ¿Tiene Abascal faltas de ortografía en los whatsapp? Tamames ha utilizado la moción para recobrar protagonismo. Nunca se sabe a qué edad le llega a uno la oportunidad de ser un poco zascandil. Pero si yo fuera editor ya le estaría poniendo un cheque en la mano. Deseamos que Tamames nos cuente si hace yoga o bici estática, si pasea, si dicta textos o los escribe, si ha llevado gafas siempre, si conserva algún viejo carné del PCE o si tiene móvil ¿Le gustarán los pistachos?, ¿Creerá en el espíritu santo?, ¿bebió vino con Feijóo el otro día cuando lo recibió en su casa?, ¿fue alguna vez del Betis?

Hasta ahora, llamábamos «el Tamames» a su libro sobre estructura económica de España, que tantos estudiantes de Derecho, Económicas, Periodismo o Política leímos en su día, ya fuera febrilmente, por obligación, con devoción o robándole horas al cachondeo. Ahora el Tamames puede ser un libraco de memorias. De pequeña memoria. De cómo le propusieron la moción; un libro que narre cuantas pastillas de ginseng o gin tonics llevaba Sánchez Dragó cuando se le ocurrió la idea. Un libro en el que se decante sobre la tortilla, con o sin cebolla, en el que desbroce qué pensó la noche antes de acudir al Congreso. Un volumen, claro en el que nos haga un perfil del ujier que lo ayudó a entrar en el Congreso el martes. No entró ayudado por Abascal, cuerpo de gimnasio, ni por Espinosa de los Monteros. No. Lo ayudó un empleado del Congreso que tal vez narrara luego con detalle, cenando, a su familia tal sucedido. Ese ujier tiene una entrevista.

Tamames ha de darse prisa. Más que nada para que no decaiga el interés por esa moción que hemos vivido con extrañeza. A lo mejor ya está en casa escribiendo. Por ahora, una gran página en la historia de España no le ha salido.

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