La Newsletter del director

Amianto y educación en valores

Cubiertas de amianto del colegio El Tossal

Cubiertas de amianto del colegio El Tossal / Alex Dominguez

Tomás Mayoral

Tomás Mayoral

Si no fuéramos a pagarlo todos y el trasfondo del asunto no fuera tan grave para la salud, la situación generada con el amianto en tres colegios de Alicante sería una buena lección para ilustrar a niños y jóvenes ahora que hablamos tanto de valores en el ámbito educativo. La moraleja podría ser: “Hacer el vago te saldrá caro a la larga”. La paradoja en este caso es que la institución responsable de la formación de los educandos, la Conselleria de Educación, es la que ha provocado en un alarde de molicie incomprensible y una procrastinación de manual una situación altamente onerosa para el bolsillo público. Resulta que la erradicación de cubiertas de fibrocemento de los centros de Infantil y Primaria Azorín, Emilio Varela y El Tossal colea en el presupuesto de la Conselleria desde el curso 2017-2018. Ese curso no se realizó la obra. Ni al siguiente. Ni al siguiente. Cuenten hasta seis y se encontrarán la misma actuación pendiente aún de realizar y de nuevo apareciendo en los presupuestos de Educación del curso vigente. Pero con una diferencia sensible: los 95.000 euros que costaba en 2017 retirar este material peligroso se han convertido en la actualidad en un millón de euros. Diez veces más. Si a los niños no les admitimos como excusa que el perro se ha comido sus deberes, no es justo que a quien debe velar por su educación le admitamos el aluvión de explicaciones, poco creíbles todas, que intentarán justificar el desafuero cometido. Aunque tal vez lo de desafuero se quede corto para definir esta chapuza temeraria. Y es que el tema no tiene ninguna gracia. No estamos hablando de un asunto menor, estamos hablando de seguridad y de salud porque el amianto que contiene ese fibrocemento es altamente tóxico y está relacionado con un riesgo considerable de sufrir varios cánceres que no voy a enumerar. Toda la comunidad escolar de tres centros educativos ha estado expuesta durante seis años a este producto porque alguien en la Conselleria decidió que la situación no era una emergencia de primer orden. La moraleja completa es aún peor, porque se torna en lapidaria sentencia: “Hacer el vago te saldrá caro a la larga, pero puede salirles aún más caro a las personas que están bajo tu responsabilidad”.

Y una cosa más:

. Aún mejor, no ha rechazado de entrada, como algunos esperaban, la petición de medidas cautelares que incluía el recurso; muy al contrario: ha creado una pieza aparte para estudiar esa petición y ha emplazado con urgencia al ministerio de Teresa Ribera a interponer recurso de reposición y 20 días para presentar el expediente.Emiliano es inasequible al desaliento.

Te dejo nuestros titulares destacados: