Algunas peculiaridades de la Semana Santa de Orihuela

Desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección son cuantiosas las hermandades, cofradías y mayordomías que sacan sus pasos a la calle, siendo imposible enumerarlas todas en este modesto trabajo

La Semana Santa de Orihuela cuenta con el paso más antiguo y único en el mundo, "El Triunfo de la Cruz" (1696), conocido como "La Diablesa".

La Semana Santa de Orihuela cuenta con el paso más antiguo y único en el mundo, "El Triunfo de la Cruz" (1696), conocido como "La Diablesa". / TONY SEVILLA

Antonio Colomina Riquelme

Antonio Colomina Riquelme

Muy pronto se va a celebrar en Orihuela uno de los acontecimientos más importantes y grandiosos del año, que yo denominaría la Hebdómada Mágica, es decir, la Semana Santa. Los desfiles procesionales comienzan en esta ciudad allá por el año 1759 y a finales del siglo XVIII Orihuela y su Semana Santa incorporan la Centuria Romana, (conocida popularmente por los «Armaos»); dando gran vistosidad a las mismas con la riqueza de su vestuario, propio del ejército romano con incidencias barrocas; sus estandartes, clarines, bandas de cornetas y tambores, así como su  marcialidad hacen de esta organización que sea una de las más importantes de España en su género. Desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección son cuantiosas las hermandades, cofradías y mayordomías que sacan sus pasos a la calle, siendo imposible enumerarlas todas en este modesto trabajo. Pero sí caben destacar algunas cosas singulares que han ayudado, entre otras muchas, a reconocer la Semana Santa de Orihuela como Bien de Interés Turístico Internacional.

El Sábado Santo la procesión del Santo Entierro de Cristo, propuesta como Patrimonio de la Humanidad, en ella desfila el Caballero Cubierto, figura designada por el Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad que tiene el privilegio de portar un pendón negro con el lema de la Ciudad y, al transcurrir la procesión por el interior de la catedral, es el único que tiene la prerrogativa de no destocarse.

Otra de las peculiaridades de dicha procesión es el paso de la Cruz de los Labradores o El Triunfo de la Cruz; (conocida popularmente por “La Diablesa” (1695), de Nicolás de Bussi). Se trata de una cruz situada encima del planeta Tierra, donde es rodeada por un esqueleto humano y por un demonio con pechos de mujer. Es el único paso que no penetra en la catedral, flanqueando el edificio e incorporándose al cortejo por el exterior.

Para mí, es digno de mencionar en esta procesión a Los Cantores de la Pasión “Federico Rogel”, del que tengo el honor de haber formado parte en sus comienzos. Son los encargados de interpretar durante el recorrido procesional el “Stabat Mater” y “Miserere”, escucharlos en el interior de la catedral al paso del Cristo Yacente y de la Virgen de la Soledad, sobrecoge a cualquier creyente.

Otra de las singularidades de la Semana Santa oriolana son las bocinas gemelas, sobre todo el Miércoles Santo por la tarde, con sus característicos toques, anuncian por toda la Ciudad la salida de la procesión de Ntro. Padre Jesús (Patrón popular de Orihuela), desde el convento de los PP. Franciscanos hasta el Santuario de la Patrona Virgen de Monserrate.

Algo que me parece también único en la Semana Santa de Orihuela es lo que antecede a la mayoría de los desfiles procesionales, la bocina grande, que con su característico toque anuncia la llegada del cortejo y, ésta, antecede a la Convocatoria, un paso único que desfila en casi todas las procesiones.

Y cómo no mencionar a la Hermandad del Silencio. Sale Jueves Santo por la noche, se apagan todas las luces por donde va discurriendo, solo la alumbra los faroles que portan los hermanos vestidos con hábito capuchino y un rayo de luz que ilumina el rostro del Cristo del Consuelo. Como acompañamiento musical, solamente se escucha un golpe de tambor ensordecedor y el canto de la pasión, que interpretan los dos grupos de cantores en unos puntos determinados del recorrido. El pueblo permanece observando un silencio absoluto.

Como dato curioso y singular espectáculo de luz y sonido cabe citar “El Caracol”, que al son de la marcha “Arroz con col” desfila la Centuria Romana o “Armaos”, cuando proceden a su retirada en su sede situada en la plaza de Ramón Sijé. Se trata de una especie de despedida que hacen describiendo el trazado de la concha de un caracol dentro de la plaza (de ahí su nombre popular); para terminar, saliendo hacia el interior de la sede perfectamente formados en batallón.

La Ciudad de Orihuela, en Semana Santa, es una explosión de luz, color y sonido, no exento de fervor popular, y sus gentes saben conjugar perfectamente la vistosidad, y hasta el lujo de sus desfiles procesionales, con la fe y religiosidad que les caracteriza.