El humo ese que va y viene

Los especialistas advierten del aumento de enfermedades respiratorias entre mujeres a causa del tabaco.

Los especialistas advierten del aumento de enfermedades respiratorias entre mujeres a causa del tabaco.

Francisco Esquivel

Francisco Esquivel

Tenemos un amigo que te fuma encima y que cuando nos juntamos para disfrutar de una placentera velada esta siempre termina teniendo que echar la camisa a centrifugar. Se lo hemos dicho por activa y por pasiva, por las prendas y por el prenda. La mujer, que es de una elegancia y delicadeza suma, asiste resignada a la repetitiva sesión sin saber hacia dónde mirar. No sería de extrañar que en breve él diera un paso al frente y proponga llevarse la ropa de los presentes para lavarla.

   Acaba de tener lugar la Conferencia Europea de Tabaco o Salud en la que el director científico de la misma y catedrático en la uni de Valencia, Martín Moreno, ha expuesto lo siguiente: «Si el tabaquismo desapareciera de la noche a la mañana, con él se irían un tercio de todos los cánceres que se diagnostican. El covid ha matado oficialmente en España a 120.000 personas en tres años mientras que los cigarrillos han provocado 150.ooo muertes. Vamos a dar caña. Tenemos que eliminar este veneno de nuestras vidas».

   Lo dejo aquí porque los fumadores a los que quiero se revuelven. Ante la más mínima alusión sacan unos humos... Es coherente, ¿qué van a sacar? Y como advierte el profesor sobresale un aspecto muy llamativo entre nosotros que reduce las posibilidades de que aminoren la dosis. «Somos -recalca- el estanco de Europa. Hemos de pasar el bochorno de ser los más baratos. Hay gente que viene de vacaciones o cruza los Pirineos y vuelve con la maleta llena de cartones». Qué me va a contar. Tras emparentar con familia francesa es el único pedido que hacen. Ni turrón ni horchata ni coca, tonyina claro. Al colocar cada cual sobre la mesa sus aportaciones, el jamoncito y la caña de lomo no suelen faltar de nuestra parte porque de queso van bien servidos. Y sí, comérselo, se lo comen. Pero el verdadero deleite lo experimentan con la primera calada. Las últimas me pillan en la lavadora.