El proceso

Carteles en contra de la violencia machista.

Carteles en contra de la violencia machista. / A. M.

Esmeralda Marugán

Esmeralda Marugán

 De vez en cuando la vida toma conmigo café, se me brinda en cueros, y hasta estoy en buenas manos... Eso me ocurre en el TEATRO PRINCIPAL de Alicante. Allí me siento la protagonista de ese maravilloso tema de Joan Manuel Serrat, y tiene que ver su paisana, María Dolores Padilla, la subdirectora, y el equipo que la acompaña, por su buena programación, y mucho, mucho por una de las últimas funciones representadas.  

Un espejo de realidad de la justicia en España: EL PROCESO de Franz Kafka, que tuvimos el placer de ver el pasado fin de semana,  dirigida por Ernesto Caballero, producida por el Centro Dramático Nacional y Lantia Escénica, con excelentes actores, y entre otros, mi buen amigo Carlos Hipólito.  

Él me aseguraba al terminar la representación que me llevaba en sus pensamientos mientras en escena era Josef. K,  y yo en los míos tenía a todas las mujeres, las MADRES PROTECTORAS.  

A ellas les ocurre lo mismo que a su personaje, con la alevosía de que ese mal va directamente contra lo más importante de sus vidas: sus hijos e hijas, y tiene el añadido que ni el mismo Kafka supo sentir, el estigma de ser mujer y madre. 

Le han puesto un apellido: PROTECTORA, aunque sea redundancia, ya que la palabra MADRE lo dice TODO. 

Ir al teatro y al cine son dos de mis pasiones, las que me recuerdan de dónde vengo, las que me hacen aligerar equipaje, las que dan un plus a mi día a día, y no son incompatibles con otros menesteres, pero sí son mis fiestas preferidas, y de guardar.  

Cuando además retratan hechos sucedidos y sentimientos de los que me tocan la piel, mis sentidos me llevan a ese rinconcito de mi música elegida, y por supuesto, siempre le sigue "el con quien".

Ni sé, ni quiero aprender a vivir a caminar en solitario, ni tan siquiera al proscenio del Teatro Principal, y es que, a pesar de los pesares del ser humano, el pecho de mi ajeno próximo es mi refugió.  

¿Cómo resistir sino al desequilibrio de la balanza ciega que transforma la inocencia en culpabilidad, que anula la voz de las mujeres, y silencia a las criaturas? 

¿Qué sabemos de lo ocurre en los siniestros pasillos del sistema patriarcal que defiende su estatus de poder por encima de los hechos? 

Reconocerlos es hacer público el fracaso social, es desmantelar las redes con sus vicios privados, y sus virtudes públicas. Sería, además, tener un conocimiento al que se han negado a aprender en perspectiva de género,  el saber real de la infancia, y porque se les acabaría el negocio. 

Esa decencia y profesionalidad que les falta a quienes podrían frenar esta tortura, pero que siguen mirando para otro lado, pasaría por atreverse a cuestionar, señalar y sancionar, a los equipos psicosociales que aplican el falso SAP (síndrome de alienación parental). 

Esos que les facilitan a los jueces los informes rápidos, y claramente del lado que siguen interesados en proteger, negando lo que las criaturas explican, e ignorando las evidencias médicas y emocionales.

Supongo que lo hacen para así seguir compensando la lentitud de su administración, y preservar sus intereses "extras", (los que nadie quiere investigar), mientras perpetúan las perversiones que ideó el pedófilo de Richard Gardner, que no se ocultan en defender, y de paso destrozan las vidas de las víctimas y de sus familiares. 

¿Es que a nadie le ha dado por pensar que, si España es uno de los países que más consume y distribuye pornografía infantil, es porque hay miles de miserables que lo ofrecen?  ¿De dónde se piensan que procede? ¿Qué puede haber más indefenso que un niño o una niña arrancada de su madre, revictimizada por el sistema durante años, víctima de agresiones sexuales, y entregada a su agresor?  

¿Quién va a creerles cuando ya les han señalado como mentirosos? ¿Creen que una vez que están en manos del pederasta/maltratador, con el beneplácito del sistema judicial, alguien los va proteger?  ¿Quién escucha sus llantos? 

Además, están las no pocas bocas que viven, y aparentemente muy bien, de la defensa, y el ataque de las distintas instancias en las que se repiten las mismas conclusiones, puesto que parten de la misma instrucción (que no ha investigado nada, salvo a la madre). 

No hay imaginación posible en todo el universo para que "las criaturas" inventen reiteradas veces, y de todas las formas posibles, la trágica realidad que han vivido, con hechos que son imposibles de fabular,  a los que además se suman las lesiones, las secuelas físicas y psicológicas, que la mayoría constatan con informes de profesionales prestigiosos y formados, aunque no les sirvan a sus Señorías, y los consideren de parte (y de parten son, de parte de la verdad y de la infancia). 

¿Qué poder tan invencible tiene nacer hombre?  ¿Por qué no lo expresan manifiestamente los de buena voluntad,  rompiendo su silencio cómplice, en vez de hacer oídos sordos a tanto grito de dolor que manipulan "los voceros" de algunos medios de comunicación, por la misma sin razón que el resto del sistema? 

Leyes que a "trancas" y a "barrancas" se mejoran sin la valentía suficiente de evitar la interpretación inadecuada como ha ocurrido con la Ley del "Sólo sí es sí". 

Pedimos a las mujeres que denuncien, les damos esperanza con las organizaciones no gubernamentales que al principio las escuchan, y de esa manera justifican su existencia y subsistencia. Para colmo seguimos con el embuste repetido del "NO ESTÁS SOLA", pero desde el mismo momento que se inicia la denuncia, todo el aparato del Estado se vuelve en contra, y hasta Dios parece decirles la repetida frase de: "Es que está judicializado¨. ¨No podemos hacer más…¨ 

Esas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que algunas se van democratizando con los años, lloran en algunos momentos junto a ellas. Es imposible no hacerlo si las han seguido, y han empatizado con su sufrimiento, pero cuando las órdenes en vez de protegerlas las criminalizan, son ellas las perseguidas, las acusadas, las encarceladas, y en el caso de sus criaturas, las víctimas abandonadas sin piedad a los brazos de sus agresores, violentos sin escrúpulos, pederastas, y mal llamados padres, a los que se les están dando las custodias. 

Y yo me pregunto: ¿Es que nadie ve en esto trata de seres humanos?  

Hay dos mariposas que están en el altar en el que rezo, son Martina y Nerea, su madre Itziar Prats y otras madres, tejen a ganchillo su latido, El Latido de las Mariposas. Lo hacen para que no olvidemos las súplicas que hizo en el juzgado de Castellón para salvar a sus hijas de 2 y 6 años, cuya jueza no quiso protegerlas de su maltratador, y no evitó su asesinato, y para enseñarnos a educar en valores. 

Desde entonces, y gracias a la lucha de Itziar y otras madres para que su tragedia no se repita, en el sistema de medición del riesgo de la policía VIOGEN, cuando una mujer denuncia malos tratos, se incluye a los niños, (asombrosamente antes no), pero, ¿de qué sirve el apartado ESPECIAL RELEVANCIA EN MENORES si los jueces lo ignoran?  Y es que a pesar de que los agentes indiquen que existe un alto riesgo objetivo de que el menor sea asesinado, esto no impide que le entreguen a él la custodia. ¿Alguien lo comprende? 

Sin duda EL PROCESO es el teatro de la vida, de la vida que rompe la Violencia Machista, Vicaria e Institucional también en nuestro país, porque como escribió FRANZ KAFKA¨La sentencia no se dicta de repente, el proceso se convierte poco a poco en ella¨.