Votar a la derecha. ¿Sabes qué votas?

El PP busca arrebatar gobiernos al PSOE el 28-M para catapultar a Feijóo a la Moncloa

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Cecilio Nieto

Cecilio Nieto

De vez en cuando, especialmente ahora que estamos en período electoral, conviene pararse un momento a reflexionar y echarle un vistazo a nuestras inclinaciones políticas para ver que tal andan nuestras certezas. Esta vez me voy a referir a nuestras opciones políticas de derechas. ¿Qué significa que soy de derechas? ¿Qué voto cuando voto a la derecha? Después de lo visto durante y después de esta pandemia, la imagen que ha dado la derecha ha sido entre ridícula y lamentable. Le ha importado más desgastar al gobierno que la salud y el bienestar de los ciudadanos. Ya eso dice muy poco de ellos, pues el político no debe olvidar que las reglas del juego democrático están para ser respetadas, ni que mentir y tergiversar los hechos, los datos y las informaciones a sabiendas, es motivo de delito, en el que ha caído constantemente, como norma y como consigna política. Provocar dudas e incertidumbres a una población que estuvo confinada y que no se vio preparada psicológicamente para ello, es de una maldad moral sobresaliente o de una imbecilidad suprema, a elegir. Una vez pasado el confinamiento y devuelta a las autonomías su capacidad de decisión, se ha demostrado que las críticas de entonces al mando centralizado fueron ridículas y que las críticas a los expertos eran de mala fe; ahora se ha demostrado que las autonomías no tuvieron expertos tan cualificados, fueron por detrás de los acontecimientos, se retrasaron indebidamente en la toma de decisiones, no previeron nuevos contagios, no supieron gestionar los rebrotes, improvisaron sobre la marcha, quisieron confinar sin soporte legal a pesar de que se quejaban contra el confinamiento con el solo propósito de desgaste al ejecutivo, etc. El ridículo, la ignorancia, la mala fe, la miseria moral eran los valores que la derecha plural tenía a gala mostrar a los españoles a todas horas.

Ha sido posible superar una pandemia y en medio de la guerra crecer y crear empleo, ha sido posible reducir la inflación y a la vez cuadrar las cuentas del Estado. Se ha hecho una reforma laboral y de pensiones y preservar la paz social. Esto a nivel nacional. A nivel autonómico ya no se identifica nuestra comunidad con la corrupción, se ha reforzado el empleo, baja inflación y bienestar social, rebajando en varios grados la tensión política, se han aumentado las inversiones, creando entre otros muchos logros valor añadido, etc.

Ser de derechas consiste en asumir que eso que han hecho las derechas durante la pandemia y que ha resultado un inmenso fraude y engaño, es lo que se está dispuesto a admitir como normal. Ignoro si los votantes de derechas están dispuestos a educar (o han educado ya) a sus hijos en esos miserables valores. Saberlo sería un buen dato para sentar nuevas bases para la próxima reforma educativa. Habría que hacer programas educativos contra la miseria moral de los hijos de las derechas. No estaría mal que estos hijos llevaran en el pecho una D bien grande y mayúscula, una D de derechas, para que estuvieran fácilmente identificados para aplicarles el programa de regeneración moral.

Cuando votas a las derechas estás votando la precariedad laboral, que tus empleos sean basura, de corta duración, que te puedan explotar tranquilamente como mano de obra barata, sin derechos ni antigüedad; cuando votas a las derechas votas la privatización de la salud, que los hospitales estén colapsados y con falta de medios como se ha visto con la pandemia, que las residencias de ancianos sean lugares inhóspitos imposible de atender a los ancianos a los que hay que dejar morir. Cuando votas a las derechas votas al grupo político que trabaja para los ricos, los poderosos, los mas influyentes y no para ingenuos como tu, de los que creen que tus políticos (esos que votas) van a atender tus necesidades. Votas al egoísmo: cada cual se apaña su vida; el que mas puede, mejor; el que menos puede, se jode. Votas lo privado, al depredador, a la ley de la selva, el que mas puede consigue lo que quiere. Votas el atesorar, el competir, pero no votas la igualdad de oportunidades para competir con los mismos medios.

Pero bueno, votas contras los rojos, o contra los socialistas o contra el coletas, o contra los que rompen España: Tu quieres una España Unida, azul, constitucional y todas esas cosas que seguramente no utilizas en tu vida; pero te lo crees. Por eso votas a las derechas. Por eso, como premio, tu vida sigue en precario, con pocos derechos. Pero palos con gusto no duelen. Así, que adelante, las urnas esperan tu papeleta del voto a las derechas.